Denunciar relato
El agua cantarina del amanecer
cae sobre tu ardoroso cuerpo,
besa tu blanco vestido
desnudando tu cuerpo de ninfa.
Te lavas de un culpa infinita:
haber estado conmigo
sabiendo que no te amaba.
Te miro y no puedo evitar
amarte sin haberte amado.
No hay en el mundo mío
quien comprenda lo que pasa.
Entonces miras como yo te veo
sonríes
y me invitas al agua matutina
que para los dos
compone una inefable sinfonía
de amor profano.
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