Eres mi tesoro,
mi sueño cumplido,
mi cuenta hecha una realidad
que nos distingue.
Nos hemos pasado
a ese otro lado del espejo
que nos invita a vivir
con cordura e improvisación.
De todo aparece.
Conservamos lo bueno.
Nos aupamos
a esa cima hermosa
que nos permite y regala paz.
Hemos hallado la esencia
que nos recompone,
que nos impulsa a la felicidad.
Nos tenemos
con fantasía, entre formas apetecibles
que nos perfeccionan.
Hemos ganado ese tanto
que nos aclara la verdad.
Presentimos mucho.
Existe de todo lo bueno
que podamos cosechar.
Recogemos velas
para abonarnos a puertos más seguros.
Los eventos de antaño
nos recrean en una similitud
que nos define conceptos y elementos.
La presunción de inocencia
es un acontecimiento.
Capitalizamos los recursos
que nos conducen a un hito
de creencia en uno mismo.
Hemos dado con ocios.
Somos con y en versiones óptimas.
Hemos estado juntos en otra era.
Lo sabemos por el gusto
que nos conforta ahora.
No faltará de nada,
porque, adheridos, ya sabemos de lo importante.
Caminamos con una sonrisa
que cura y todo lo expande.
Eres mi joya, mi tesoro.
Haré todo lo que pueda
para ser el tuyo.
Juan Tomás Frutos.
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