Estaba EgoCiclón, un capullo que tenía propiedades meteorológicas.
También apareció ProtoCinco, que siempre estaba cinco segundos por delante. Aunque su cuerpo estaba presente, parece ser que un trozo de su mente estaba un poco después y el muy cabrón se anticipaba siempre.
Luego llegó Triforme, que podía triplicarse, aunque cada unidad de sí mísmo no podía estar a más de cien metros de las otras.
Yo soy AQR66 y me encargo de controlar a estos tres pirados.
Teníamos la misión de recuperar La Mente. Poderosa entidad que estaba en manos de los Toys, muñecos que habían tomado conciencia de sí mísmos.
Su objetivo es acabar con todo rastro de vida que no sean ellos.
Su ejército estaba en la región de los páramos. Allí habían construido una estructura inmensa con piezas de Lego.
Decidímos entrar por la zona de los "peluches", guerreros de lo más sanguinarios, pero bastante tontos.
EgoCiclón envió una fina lluvia que poco a poco fue empapando a los peluches. Cuando todo estuvo lleno de agua proyectó una tormenta con rayos que cayeron entre los muñecos y los achicharraron.
Entramos en LegoCiudad sin oposición y enseguida nos colamos en la sala de La Mente. Estaba en un recipiente energético del tamaño de una mano. Brillaba como una luz cristalina nunca vista antes. Tomamos la cajita y salimos de la estancia.
Afuera nos esperaba un regimiento de Toys armados hasta los dientes. No había escapatoria. Así que active el código de nivel 7 y salí disparado hacia arriba dejando abajo toda la gresca. No se que pasó, lo último que ví mientras ascendía fueron rayos y truenos.
La misión fue un éxito. La Mente fue recuperada.
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