Denunciar relato
En esta costa que mil y una vez recorrimos, a veces dejando que las olas acariciasen nuestros pies, mientras caminábamos sobre la suave arena de todas esas hermosas playas y otras remontando los bravos acantilados, dejo este mensaje en la botella, con la infundada esperanza de que consiga encontrar el camino hasta esa orilla en la que te encuentras.
Ahora que los recuerdos tan sólo son leves pinceladas.
Ahora que ya no hay un juntos y el tu y el yo vuelven a ser dos caminos.
Ahora que ya no quedan palabras, ni risas, ni sueños.
Ahora que el único sonido es el susurrar del viento.
Déjame decirte gracias por todo lo compartido y desearte que seas muy feliz.
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