Una de las cosas que me caracteriza es que me gusta escribir en la misma forma en que hablo, con esas palabras que a mí me excitan tanto la imaginación. Algunas las llaman insolencias, palabrotas, improperios o malas palabras, yo las llamo palabras espontáneas. Soy muy jodedora y trato de contar historias que a mí me emocionen. Por el número de visitas que tienen mis relatos pienso que lo que escribo gusta a un buen público, lo que me hace sentir satisfecha, de verdad que hasta me parece sentir pinchazos en la pepita cuando reviso mi cuenta en todorelatos.com y veo que sí tengo aceptación. No me atrevo a enviar algunos cuenticos que tengo en mi ordenador por motivo de las restricciones de la página, pero los he insinuado en mis micrrorelatos. Ojalá pueda seguir publicando historias para que ustedes las lean y disfruten.
Le puse a mi cuenta el nombre de CARAJITA porque en mi lugar cuando una mujer es joven y atractiva le decimos así, aunque también se aplica a las menores de edad que tienen mal comportamiento o mala reputación. En todo caso de edad no soy ninguna carajita, pero de jodedera todavía algunos de los que me conocen me dicen frases como, "¡ay carajita! te voy a tener que joder", y otras parecidas. Sobre lo que digo en ESTÁ BIEN PAPI, en realidad siendo una carajita le vi el güevo a papi, no me cogió pero sí hablamos del tema y sí vimos videos eróticos juntos. Tenía como nueve ya para los diez cuando mi hermano que es cinco años mayor que yo me rozó el pipe por la cuca, tampoco me lo metió pero si me emocioné mucho de verle el pipe parado.
De cosas que me pasaron, de las que me contaron mis amiguitas de la escuela y de lo que he visto en películas y videos o he leído es en lo que me inspiro. Por cierto, VIEJA PERO MORBOSA es una vecina a la que oí decir que le gustaría volver a ser una carajita de la edad de su nieta para coger con el carajito ese, o sea el novio de la nieta. Y también algunos carajitos de mi barrio que espiaban a las viejas mal sentadas, algunas de las cuales supuestamente no tenían bragas y se les veía la pepita. Una de mis compañeritas de la escuela dijo que tenía que estudiar y sacar buenas calificaciones para que la dejaran ir a tirar. Le pregunté si la dejaban tirar piedras, me dijo, "tirar es que me metan una verga en el coño".
Lo dijo en forma tan firme que yo deseé saber lo que era una buena buena cogida, ya que me dio todos los detalles. Esperé a llegar a una edad adulta para buscar pareja, que fue cuando conocí al papá de mi primera hija (tengo tres, la menor tiene 21 y todavía está soltera, no sé si es virgen o no). La vaina es que me emociono de escribir para que el público lea esas historias y posiblemente haga mi propia página para decir esas cosas que no puedo decir en cortorelatos. De todas maneras si alguien entre los lectores o las lectoras de mis relatos me dice su cuenta de correo electrónico, estoy a la orden. Hay varias historias de papás de treinta y tantos a cuarenta y tantos años con hijas de doce a dieciséis, mamás lesbianas también con sus hijas carajitas.
Cuentos e historias donde las carajitas son las que abusan o violan y no al revés, eventos y escenas que he buscado por internet y todavía no he encontrado una página de historias eróticas donde se cuenten porque parece que está prohibido publicar historias en las que los personajes sean menores de edad. También me enteré de una carajita de catorce que se bañó con su papi, el enjabonó el guevo e hizo que el carajo se la cogiera en el baño. Él quedó muy asustado por ser su hija, así que la próxima vez que la amenazó con el cinturón para azotarla por una trastada, ella lo calmó con decirle, "me llegas a joder con la vaina esa y le digo a mi mamá que me cogiste". Así que ahora papi no le puede pegar a la carajita por temor a ser denunciado.
Me sentiría halagada de compartir con mi público más de estos detalles ya que repito nuevamente, me da algo muy lindo en la pepita cuando veo cuántas visitas tienen mis historias, si alguien me pide una de estas historias prohibidas me sentiría más ufana de saber que a alguien le interesan mis jodederas. Lo que sí prefiero pensar es que todavía ningún carajo se ha hecho la paja con leer mis escritos, pero si en dado caso estoy equivocada, ¡nojoda! que si con leer te haces la paja entonces si hubieras estado ahí te daría la tembladera. A mí lo que sí me da es un leve impulso en el clítoris de imaginarme las escenas. La mayoría de los recuerdos que tengo son de cuando estaba carajita, las cosas que me pasaron con mis amiguitos de la escuela o con algunos de los maestros.
Uno de esos casos fue cuando un compañerito me quitó la goma de borrar, metí la mano en el bolsillo de su pantalón y recuperé mi goma pero también le apreté el pipe ya que el carajito había ido sin calzoncillos. Después me llamó para pedirme disculpas y su pequeño güevo estaba bien grueso y largo. Como parte de la disculpa le di un beso en el cachete y el aprovechó para tocarme el culo. Me dijo su propia hermanita que también estaba en mi misma clase que el amiguito esa noche se hizo la paja, ella lo vio y ella también le dio algo en su cuquita de ver a hermanito pajearse porque yo le agarré el güevo. A hurtadillas por ahí en uno de esos pasillos que tiene la escuela, él también me tocó la pepita metiendo mano debajo de mi falda.
Todo eso lo reflejo con cariño y con ese mismo afecto trato de transmitirlo cuando me pongo a escribir alguna historia para luego sorprenderme de ver que la ha gustado a más gente de la que yo pensaba. Así que apreciados amigos y apreciadas amigas quisiera que pudiéramos hablar de estas otras cosas esperando que la misma emoción que han tenido las historias que he publicado en cortorelatos la tengan las que podamos compartir particularmente si es que hay alguno o alguna que tenga el valor de aceptar mi propuesta. Sé que hay otras formas de compartir esto y lo que me falta es retocar algunas de esas menudencias que tengo guardadas en el ordenador. Es más me sentiría honrada de leer un comentario a esta reflexión. Soy un tantico morbosa y he publicado algunas de mis morbosidades porque creo saber que tengo colegas.
Reitero nuevamente mi agradecimiento, desando a todos los güevos y a todas las pepitas que la pasen mejor que mejor y que cuando les toque coger les sirva de algo lo que han leído en mis publicaciones. Hasta la próxima, soy su amiga CARAJITA.
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