No quiero borrarte de mi memoria

Descolgaste el teléfono con tu saludo de siempre -buenos días Pesadilla.

-Buenos días, -respondí, sin mucho ánimo.

-¿A ver, cuéntame qué te pasa hoy? Porque te conozco y lo sé.

-Hoy no quiero hablar de lo que me pasa, necesito que hablemos de lo que me gusta, que me animes. El martes te llamo y te cuento.

Se hizo el silencio y como un ser divino te metiste en el papel, la siguiente media hora la conversación se calentó por segundos, digamos que fue de las conversaciones más eróticas que habíamos tenido.

Mis nervios ante la conclusión de lo que me está pasando me hizo pasar un fin de semana de lo peor, el médico me había informado que tenía una enfermedad degenerativa y con bastante avance, iba a perder la memoria en meses. Lloré desconsoladamente porque iba a borrar al ser con el que había soñado toda la vida, no pensé en mi familia o peorr, en mis hijos, pensé en ti.