Mis hijos me quieren llevar a ver una casa estilo “Harry Potter”. “Nos da miedo, a ver sí a ti te da la misma impresión!”
De lejos no se ve: está todo cubierto con vegetación abundante. La primera impresión es que podría ser una casa encantada, una casa del terror o un kitsch. Sin duda, allá vive un artista, cuyo tiempo libre le ha sobrado.
A la entrada y de todos rincones salen estatuas que parecen unos guardianes de la oscuridad, que avisan que allá adentro pasan cosas raras. Parece que estos “Cerberus” guardan el silencio de una maldición.
Está constuída en la esquina de calles.
El culto del cuerpo de la mujer y la alegría que (nos) da las formas redondas (estilo mitológico y/o renacentista) están reflejadas en una estatua-mujer, que parece sentada en un sofá, al nivel del tierra.
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