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Enviado el , clasificado en Poesía
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Nada en estos días dije, nada que ya no supierais.
Mi pluma se paró, no me inspira el sufrimiento.
Delirios del alma, augurios de penas, que amenazas esperas.
Mis rezos yo sola escuché, plegarias, aumenté, espero se oyeran.
Voy escogiendo mesas donde comer manjares y degustar ideas.
Las migajas enseñan, mas es cruel siempre comerlas.
Pide amor que convenga, mendiga favor, no te rindas.
Días místicos que te encierran, pide y no te detengas.
Tú a avanzar me enseñas.
Tú fuiste mi ejemplo, mi espejo.
Tú, en estos días, Jesús, mi maestro.
Adelina Gimeno Navarro


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