Un nuevo despertar

Es raro, esta todo oscuro, yo esperaba luz pero esta todo oscuro. De repente, veo luz, a lo lejos, no sé qué hacer.

Espero, respiro.

Oigo una voz que me dice:

-María, vuelve a ti, mira dentro.

Y, ésta vez, miro dentro.

Y dentro de mí, veo toda una ciudad organizada, con zonas de ocio, de trabajo, centros de salud y de gobierno. Y sobretodo veo a ciudadanos ocupados en sus tareas, y sonriendo.

Y sonrío yo también.

Estoy maravillada, nunca me había visto. Realmente estoy descubriendo lo maravillosa que soy, mi corazón es un sitio muy elaborado y brillante.

La verdad de quien soy, está saliendo a la luz. Soy luz, soy amor, y atraigo lo que me merezco, que es muy bueno. Todo lo que elijo hacer es honrar ese amor, compartiendo mi amor.

Así que, dejo que esa ciudad que estaba dentro de mí, se proyecte fuera. Me dejo ver, me cuido, y el resultado es que puedo estar por el resto y por la vida y estoy orgullosa de mí, y de quien me está acompañando en el camino. Estoy en gratitud, por lo que tengo, y estoy alegre, y también serena y sabiendo cuales son los siguientes pasos, y, con curiosidad, a ver que mas me va a regalar la vida y como honrarla.

Sonrío, estoy orgullosa de mí, y de los míos. Y lo que quiero es ir más allá. Amar más, ser más yo misma, ser más amor.

Inspiro y expiro y la magia ocurre, soy más yo misma, y, por lo tanto, me libero, y libero a otros, soy más amor y me comparto más.

En la muerte del ego, es el comienzo de una vida celebrando el amor. Y por lo tanto, celebro, quien soy y quien está conmigo, el momento.

Elijo conectar en amor.

(he vuelto familia, mucho amor)