Quiza nunca encuentre la categoria de "para aquellas Perras"
Disculpen el lenguaje golpeado.
Les contare un pequeño cuento de dos amantes que decidieron destruir sus vidas segundo a segundo tras la tempestad de una relación fallida.
La historia de un amante que noche a noche se destrozaba, sintiendo que las sabanas eran cuchillas afiladas que rasgaban su cuerpo, un cuerpo muerto varios años atrás, un cuerpo torturado por aferrarse a la vida que quedo sintonizada entre 100.3 y 101.1.
Con una mujer que dedico su vida a destruirlo, a quitarle cada parte de su cuerpo y entregársela a los leones, una mujer como Salome. Creo que así la llamare.
Una mujer que descubrió que la verdadera paga de un hombre no es por sexo, si no por amor
¿Cuántos incomprendidos hemos intentado sacar de la vida que vive un tugurio para llevarla con nosotros?, y no culpo al alcohol, más bien le agradezco, porque esa mujer no miente, esa mujer no tiene nada que esconder.
Esta mujer no vende caricias, vende veneno que trasmite por sus labios, una mujer que supo que la verdadera forma de dañar a alguien es enamorándola, alguien que te odia tanto que es capaz de acostarse contigo para que te quedes un momento con ella, para luego dejarte ir sin más que decir.
La mujer que solo sabe estar bien contigo cuando están desnudos, que en la cama me dijo que me amaba, y yo me pregunto ¿me ama? O ¿se está justificando para no sentirse mal? O ¿encontró la manera perfecta para matarme haciéndome sentir bien?, no sé y creo que no me quedan fuerzas para averiguarlo
Esa mujer fue tan lista que logro satisfacerme, vender mi trasero y quedarse con la paga.
Creo que la historia la terminare después
inspirado en Jesse de la Mora y en una época de mi jodida existencia
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