Me cuesta entender el simbolismo de esta compleja obra; me limitaré a describir lo que veo: un sol, un caracol, y un hombre que parece que está esperando a alguien.
Sin duda, de noche parece vivo, y nadie se atreve a acercarse. Tal vez es la idea, aunque el pueblo es bastante tranquilo y la gente bastante envejecida.
Algunas estatuas están tapadas con mosaico y este tiene un “mundo” de significados, empezando con los estilos arquitenctónicos de los más antiguos tiempos, pasando por la(s) religión(es) y llegando al misimísimo cuerpo humano (mosaico congenitivo), biológico, botánico y no por último, informático.
La multiculturalidad y el arte en sus formas cronológicamente históricas son la quintaescencia de esta representación artística callejera.
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