LA SIRENITA (I)

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René llevaba soñando toda su vida con una sirena,que un buen día saldría del más oscuro y profundo océano,y juntos serían los seres más felices del planeta.

Al mismo tiempo,serviría para callar las burlas de la gente del pueblo,que lo trataban como a alguien bastante loco y corto de chaveta.

Pasaba los veranos sentado en las rocas de una caleta,contemplando sus aguas cristalinas.Así,día tras día,sin que nada extraño apareciera de entre ellas,y menos,una sirena.

Después de varios años de contemplar el mismo paisaje marino,René se hace mayor y aparca el tema.Se desplaza a la capital a sacarse una carrera,que logra con éxito,pero en el amor,no parece ser correspondido.

Alguna que otra chica se lleva al huerto,pero aparte de cuatro folladas mal dadas,no logra encontrar a ninguna que merezca ser penetrada por más de dos noches seguidas.

Harto de meterla en caliente,pero sacarla helada,decide regresar al pueblo a veranear.

Aunque niega rotundamente seguir con su sueño del pasado,el subconsciente dice que sí.

Decidido y sin mirar atrás,toma el tren y se dirige hacia la costa.

Por el camino,pensamientos de esperanza irrumpen en todo su ser.Sentado en su asiento,frente a una joven con aspecto de no levantarle la líbido ni al más ardiente pasajero,sufre una brutal erección,pensando en su sirena,que rapidamente disimula,tapando el pantalón que cubre su tiesa verga con un periódico.La mujer le observa,pensando que dicho empinamiento se debe a su presencia.

Al ver que él,esconde su verguenza y no le corresponde ni con la mirada,abre las piernas y se mete el dedo hasta el fondo de sus entrañas.

Ella se corre.

Ël,también lo hace.

Así de soso termina el viaja.

Cada uno tira por su lado.

Ella ttalmente escocida,pues ha necesitado la ayuda de tres de sus dedos para llegar al clímax.

Ël,peor.La brutal corrida que ha sufrido,ha provocado un rápido cambio de pantalón y chorreante calzoncillo.Incluso el periódico con el que tapó el pronunciado bulto de su duro cipote,ha salído perjudicado.Se han borrado dos importantes noticias con el chorro seminal.

Llega a casa y saluda a su familia que le está esperando.Sube a su habitación a deshacer la maleta y sale corriendo rumbo a la cocina,donde mete la ropa manchada en la lavadora

-¿Volverás para la cena?

Pregunta la madre observando como René,echa polvos a la lavadora y la pone en marcha

-¡Vaya hijo!.Como seas tan rápido como tú padre echando polvos,vas apañado

-¿Cómo?

-Nada hijo.Veo que la capital,poco te ha enseñado sobre la vida cotidiana

René da un beso a su madre y se despide hasta la hora de cenar.

Deambula por las calles del pueblo,deteniéndose en un par de tascas a tomarse unas copas.

De vez en cuando,observa como la gente le mira e incluso se dan codazos.Ha pasado el tiempo,pero aún lo reconocen como el loco de la Sirenita.

Harto de ver como todavía se burlan de él,y estando ya medio borracho,acude a una licoreria y compra una botella de ron.

Se dirige a su cala favorita.Esa que le hizo soñar durante las interminables noches de verano.

Está anocheciendo.El Sol,practicamente ya se ha puesto.Impresionan la fusión de colores entre el mar y el ocaso.

René se sienta sobre la arena,apoyando la espalda sobre una barca que hay volcada tras él.

A medida que el ron de la botella va menguando,él se va deshinibiendo.Mira a su alrededor y al no ver a nadie,decide abrirse los pantalones y masturbarse.Se merece una buena corrida,después del mal trago que ha sufrido en el tren.

Cuando está apunto de meterse en faena,divisa algo en el horizonte marino,que le hace retroceder en el acto carnal.

Una enorme cola plateada,se dirige hacia la cala,surcando el azul mar.

De repente,el enorme pez se medio arrastra sobre la orilla y trás un par de movimientos rápido,se pone en pie.Una preciosa silueta con interminables piernas se planta ante sus ojos.

Es el cuerpo más exhuberante y hermoso que jamás ha visto.Va acompañado de un sonriente rostro,con unos carnosos y perfilados labios.Acabando el sueño en una larguísima y rubia cabellera que le recorre la espalda,cubriendo su pecho como una sutil cortina.

-¡Veo que existes!

Exclama él,frotándose los ojos.La media borrachera le impide acabar de ver con claridad,el ser perfecto que tiene frente a él

-¡Creo que sí!

Contesta sonriente,pellizcándose la piel de los brazos como prueba de su existencia terrenal.

Dicho esto,la sirena se pone de rodillas y saca su dura verga de los pantalones.Sin pensarlo dos veces,pasa el glande por sus labios,describiendo un acto de coquetería femenina.

René no puede articular palabra.Ella tampoco,pues el enorme falo de él,se introduce lentamente en la boca de ella,hasta rozarle la garganta.Le succiona de tal forma,que parece un enorme polo de fresa,jugando con los golosos labios de una joven sedienta.

Cuando ya no puede más y nota como se aproxima el clímax,ella se detiene,él sale de su caverna adornada por perfectos dientes blancos.

Los labios de él,atacan sus pechos juguetones.Se llena la boca de pezones gelatinosos,propios de la reina de los mares.Con razón,no le atraían las chicas de la ciudad,ni su compañera de tren.

Estaba programado para amar aestas criaturas marinas.

Después de un largo rato de preámbulos amatorios,la sirenita se da la espalda,hundiendo sus pechos en la arena,y le invita a que la penetre.Ha quedado fascinada por la medida y dureza de su polla.La quiere bien metida en su interior.

Momentos antes de que él la enhebre como una aguja al hili de seda,saca un líquido que desprende un sensual aroma y se la unta con él.Lo hace delicadamente como si sacase brillo a una larga y gruesa flauta.

Sin más cosas que añadir,él,se pone entre sus piernas y se hunde en su interior,sacudiendo sin piedad a la criatura que yace a cuatro patas bajo él.Emitiendo sonidos de placer,con una voz ronca,potente y aterciopelada,como los delfines.

Ambos se corren a la vez.Ël,le pide que se de la vuelta y se le ofrezca de nuevo,pues siente que es capaz de soportar un segundo asalto.Pero el alcohol le juega una mala pasada,y deciden descansar un rato.

De repente,algo caliente y a la vez brillante le despierta.Es el Sol que brilla en lo alto,iluminando la cala con sus destellos.

Se pone en pie

¿Dónde está la Sirena?

La botella de ron vacía,es su única compañía.

Arrastra los pies,hundiéndolos en la arena

No tiene pruebas de que haya sido auténtico su encuentro sexual con el ser marino,o se trata de una mala pasada del alcohol.

Pero en la orilla,algo brillante llama su atención.Se acerca y observa como un enorme cuerpo escamoso,rodeado de una cremallera,va y viene al compás de las olas.

Un par de metros más allá,una enorme peluca rubia descansa entre las algas.Se agacha para recogerla,pero una punzada en el trasero le impide enderezarse.


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