Me estaba volviendo loca, no podía pensar más que en el febril güevo de mi tío Lunto, me daba celos verlo en calzoncillos en una cama con mi tía Robyne. A menudo me las ingeniaba para verlo bañándose o vistiéndose, y más cuando mi tía estaba ahí con él ayudándolo y poniéndole la mano en el güevo. Él sabía que yo lo atisbaba por lo que siempre me amenazaba con darme un carajazo, eso sí me ponía contenta porque para darme un carajazo tiene que ser con el carajo o, lo que es igual, con la verga. Más de una vez se dio la coincidencia de que en la casa tropezábamos y él accidentalmente chocaba su pipe con mi pepita. Mi tía y yo siempre hemos sido muy buenas amigas, cuando hablamos del tema se lo toma con mucho humor, me dice que respetara.
Lo que si me tranquilizaba un poco la virulencia con que insistía no solamente en ver sino también en tocar el pipe de tío Lunto era pasar ratos con él en el andén, unas veces sentada otras veces de pie. Hablábamos toda clase pendejadas, nos poníamos las manos o los codos en los hombros, siempre teníamos a la mano alguna botana, qué lindo cuando él me pasaba la mano por la boca o los bordes para quitarme los restos de lo que estábamos comiendo. La vaina es que cuando yo separaba los muslos o me arqueaba para que se me levantara la falda me volvía a decir, "ya carajita que te doy tu carajazo para que te controles". Mi respuesta era, "yo sé que tú a mi no me vas a coger porque soy tu sobrina, no es malo que me veas el culo".
Una de esas lindas noches tía Robyne estaba en el cuarto, me invitó a quedarme con ella, tío Lunto llegó a cambiarse de ropa sin darse cuenta que yo estaba ahí, me transporté cuando vi ese güevo más tieso que un caracol. No pude aguantarme las palabras ante el intenso pasmo que me inspiraba así que le dije, "qué bello tienes ese pipe Lunto, por fin te lo veo claramente". De inmediato me dijo con fuerza, "¡nojoda Tesi, salte de aquí carajita!" Claro que me salí, me paré frente a la ventana con ojos parpadeantes, segura estoy que tía Robyne tiene una pepita muy feliz con ese güevo que la jode todas las noches. Él tenía que ir a cumplir con un compromiso, al momento de acercarse a la puerta le dije que si no me iba a dar el beso antes de salir.
Me lo dio aunque no de muy buenas maneras pero eso no me afectó para nada, una vez que él salió yo reanudé la conversa y trivial con tía Robyne, con un rostro que mostraba lo contenta que esta de haber visto desnudo a Lunto... a mi tío Lunto. Es que para mí ya eso era lo que faltaba para cuadrar con tía Robyne situaciones más estrechas con él y quién sabe si en una de esas... En una de esas conversas le pregunte si no se sentía celosa con respecto a mí, y lo que me supo decir fue, "es el hermano menor de tu padre, tiene que respetarte, si no lo hace a mi me da igual". Yo agregué, "algunas veces yo sí me siento celosa con respecto a ti". La posibilidad de tener una cogida con tío Lunto era muy poca.
— Lunto, sé que soy tu sobrina y tú mi tío, pero es que tu pipe es tan bello, ya que no me puedes coger siquiera tócame la pepita.
— Tienes un novio muy apuesto carajita, además estoy casado, no quiero lastimar tus sentimientos pero el afecto que siento por ti es de familia y amigos.
— Me dio algo que sé cómo explicarte, era como que la pepita se me hinchaba cuando te sacaste esa impresionante verga, tengo un novio, Norvi, pero quiero lo que me tiene loca es tu güevo.
— Si te basta con vérmelo parado te lo puedo mostrar pero nada aparte de eso.
— Además de sacártelo yo, déjame apretarlo en mi pepita, solamente eso Lunto, y me quedo tranquila.
— Eres un primor carajita, me estás poniendo miedoso, lo que quiero es irme rápido de aquí.
— No vas a ir a ningún lado ahora.
Era más de la media noche cuando tuvimos ese diálogo, yo desplacé mis manos por todo su cuerpo, por su espalda, su pecho, sus piernas y brazos, le apreté varias veces las bolas y el güevo. Sabía que lo que estaba era dominado por el miedo, lo tenía en mi total control, recordándome que somos familia pero sin poder hacer nada que me alejara de él. La mano se le puso blanca cuando yo la así con firmeza y la lleve hasta mi coño. A como dio lugar, apretando su güevo en mi cuca hice que se le pusiera nuevamente rígido, lo que hacía era suplicarme que por favor no, le pregunté qué pasó con los carajazos que me ofreció con tanta energía. Le recalqué una vez más, "nos vas a ningún lado ahora, yo soy la que mando aquí, y quiero tu pipe".
— Por lo menos prométeme que de esto no vas a decir nada, Tesi.
— Deja la mariquera y mete tu verga aquí, sé que pones a Robyne de todas las maneras, ahora tienes que darme pipe también a mí.
— Tu pepita es cerrada y dura, me maltratas el pipe con tu pepita, Tesi, por favor ya...
— He dicho que me cojas gran pendejo, méteme esa verga de marica que pareciera que el carajo fuera yo y tú la carajita... métela Lunto... otro poco, más adentro... destrózame el coño...
— Me haces un masaje muy lindo con tu pepita, Tesi, Tesi carajita... nojoda, aaahhhjjj...nojoda carajita, aaahhhjjj, aaassshhh, aaassshhhiii... ssshhhiii, ssshhhiii... ¡Tesi carajita...!!!
— Dame con fuerza Lunto, dame... ¡¡¡aaaiiissshhh gran marica con fuerza...!!! ¡¡¡destrózame la pepita, la pepitaaa... aaahhhjjj, nojodaaa...!!!
— Aaayyy carajita linda, lograste lo que querías, ya me puedes dejar.
— Esto sí que fue grande para mí.
Los días siguientes tío Lunto estaba nervioso, pero yo estaba más feliz que nunca antes, ahora hacía las cosas con más firmeza, había quedado que al caminar pisaba nubes y no suelo. Todos me miraban de forma muy gentil, cuando hablaba había un brillo en mi voz, algo excepcional me entró por el coño junto con la verga de Lunto. Como unos tres meses después de eso ya no tenía que hacer tanto esfuerzo ni atisbar para verlo desnudo, hasta dejó decirme que me iba tener que dar un carajazo, en algunos momentos hasta vi cuando estaba cogiéndose a tía Robyne y ya eso no me daba celos. A mí no me volvió a coger pero los accidentes en los que su pipe chocaba con mi coño o con mi culo siguieron ocurriendo y era muy divertido, llegó a levantarme la falda varias veces.
Con todo esto yo seguía pensando con mucha insistencia en el güevo de mi tío Lunto, el humor hablar de esto con tía Robyne era más espontáneo, incluso un día Norvi me vio semidesnuda abrazada con Lunto y eso no lo afectó para nada.
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