Una Princesa, acosada, espiada y excitada (4/4)
Por Priscila
Enviado el 20/06/2022, clasificado en Adultos / eróticos
9763 visitas
Estaba como mareada, excitadísima, pedí a Nicole que me lleve al baño, al entrar y mirarme en el espejo, noté lo mujerzuela que me veía, ¡como nadie dijo nada!, era tremendo para una fiesta infantil o cualquier otro evento, solo faltaba que me pasen un tuvo, seguramente Nicole recibiría quejas… Por el morbo, en mi soledad, levanté los brazos como hacia un instante al despedirme para ver si el vestido podría haberse corrido, di unos saltos y me estiré un poco hacia la izquierda como saludando con el brazo derecho, llevándolo al centro por encima de mi cabeza y sucedió… El vestido cedió, miré al espejo y noté como todo mi pezón derecho quedaba al aire, seguí en mi fantasía saludando de un lado a otro imaginando las miradas, haciéndome a la desentendida, por un momento me arrepentí de no haber hecho realidad esa escena… Mi mente hizo lo demás: “Me imaginé al señor Nerd levantándose de su asiento, desesperado corriendo hacia mí, asaltando mi pezón descubierto, sin importarle nada, chupándolo con fuerza, yo asombrada, pidiendo ayuda mientras los miembros del equipo tratan de separarlo, pero que se apegue a mí con toda su fuerza, gemir al sentir sus labios apretando en medio de la multitud y que cuando consigan separarlo de mí, junte sus labios muy fuerte, mi seno alargándose por la presión de su boca mientras lo despegan y finalmente dejando salir un sonido de chupetón, dejándome ultrajada, chupada y denigrada, mientras lo alejan de mi él siga estirando la más manos para alcanzarme.” Volví a mi realidad, me acomodé el vestido apenas metiendo mi seno y tapando el escote con mi cabello
Rápidamente volví hacia los vestuarios, adentro estaban todos los del equipo de Nicole pero nuevamente desalojaron el lugar para que pueda cambiarme… Nicole nuevamente me ayudó primero bajándome el cierre por la espalda y luego custodiando la puerta. Me quité el vestido quedando solo en bragas, recogí mi sujetador para acomodarme los senos, de inmediato tuve que cubrirme como pude… Porque detrás de un motón de ropa vi a Pascal el niño disfrazado de camaleón, se encontraba en un montón de ropa camuflado como un verdadero camaleón.
Oye, que haces aquí – Le reprendí, Nicole se dio la vuelta, el niño no dijo nada ¿Qué pasa Pri? ¿Quién está ahí? El niño – Le dije, mientras le señalaba el lugar con una mano y con la otra me cubría los senos con el sujetador mal acomodado Cual niño Allá, en ese montón de ropa ¿Víctor? Que hace usted aquí – Hubo un silencio incómodo, pero como Nicole es tan autoritaria, al niño no le quedo más que hablar. Vine a devolver el traje señora Nicole – La voz le salía ronca ¿Pero no me escuchó o no estaba?, todos tenían que salir del lugar para darle privacidad a Priscila Si, este… disculpe señorita – Definitivamente había algo raro en su voz, se dispuso a salir, pero Nicole lo detuvo Bueno entonces entregue el traje y espere afuera para el pago por favor – ¡No hizo nada! – le exigió Nicole y casi de inmediato todo asustado el niño ronco se quitó el traje
Fue ahí que me di cuenta que no era un niño, era un enano, todo sudoroso, me impresionó tanto porque todo el tiempo estuvo a mi lado, él se dio el gusto de observarme el escote como le dio la gana y de paso se había dado el gusto de mirarme las nalgas en bragas y peor aún, las tetas completamente desnudas por un momento. Ese olor putrefacto que sentía en la sesión de fotos era de él mezclando sudor y erección, a pesar de ponerse en evidencia no podía evitar desviar la mirada para verme, mientras entregaba el trajecito, Nicole le reprendía – ¿Que está viendo?, dese la vuelta!! - y no pudo evitar su erección que se notaba bajo el pequeño pantalón plomo, además llevaba zapatos negros grandes y una sudadera blanca semitransparente, se dirigió hacia la salida mientras yo me cubría como podía… Con el susto y la excitación rara que sentía en ese momento me cambié.
Nuevamente con mi ropa veraniega (jeans y playera roja) quise salir, pero me dio mucha pena, abrí un poco las cortinas para ver, afuera solo estaban los invitados en sus mesas y los niños jugando, correteando por ahí. Nicole entró bruscamente.
- Pri, vamos a esperar a que la señora nos pague para repetir el dinero, mientras espérame afuera por favor porque los chicos se van a cambiar
- Ok – Le dije, como si me hubiese regañado. Salí sin mirar a nadie, pero mi curiosidad hizo que levante la mirada por un instante, como lo había pensado… Todo el mundo me estaba mirando, caminé hasta alejarme de todos, al mismo lugar del principio, cerca de los arbustos.
Mi mente seguía imaginando al mozo cogiéndome, disfrutando de algo que no se merecía. Crucé los brazos y mis ojos lo buscaban, definitivamente quería que se me insinúe nuevamente, aunque no pensaba en llegar hasta tan lejos con él, quería sentir la adrenalina. Como no aparecía por ningún lado y nadie me estaba viendo, caminé lentamente hacia los arbustos, levanté la mirada, nadie se percataba, me metí en ese jardín detrás de los arbustos, parada, esperando a que alguien me reprenda, pero no había nadie, me senté, luego me eché de espaldas, me apoyé sobre mis codos, la gente no podía observarme… Decidí revivir la escena, tenía tantas ganas de sentir esa adrenalina. Abrí las piernas imaginando que el mozo viejo me estaba penetrando, comencé a moverme dejando que mis nalgas se froten en el pasto, de rato en rato miraba por sobre los arbustos estirando el cuello, nadie observaba, me levanté la playera dejando al descubierto mi sujetador, no me animaba a quitármelo, ahí estuve un rato, se me salía un gemido y miraba rápidamente por sobre los arbustos… Me dí la vuelta y saqué el culo lo más que pude, otra vez mis gemidos, me incorporaba para ver si alguien se acercaba, pero nada y volvía a mi posición de perra, ahora sí me bajé el sujetador y mis senos chocaron en el frio pasto, me moví más rápido imaginando al viejo y chaparro mozo penetrándome, la adrenalina de ser sorprendida me excitaba mucho más… Temerosa de ser vista, me di la vuelta nuevamente, nadie estaba cerca, eso daba rienda suelta a mi morbo, tomé un puñado de pasto frio y lo frote sobre mi pezón izquierdo como si fuera una pluma, se sintió tan rico, me puse de cuatro patas, levanté la cabeza para ver a la multitud, observando a los viejos que se habían sacado fotos conmigo para verme las tetas. Se las estaba dedicando. Me frotaba los pezones con el frio pasto mientras los observaba entre algunos vacíos de los arbustos, abrí la boca, no podía cerrarla, mientras me balanceaba de adelante hacia atrás, mis tetas colgaban y yo hacía que en el balanceo rocen con el puñado de pasto en forma de rama, luego me arrodille para poder observar mejor a la gente, mi cabeza quedó por encima de los arbustos, hice que mis tetas choquen con ellos, jadeaba, ya algo sudorosa, noté al señor nerd sentado sonriendo, hablando con sus compañeros… Se me salieron palabras que nunca las había dicho y nunca pensé que las diría:
Ahhh, asi papito, chúpalas ahhh, papito ahhh, son tuyas mi rey, soy tu perra, dale mi macho ahhh
De inmediato me incorporé, me reí de mí misma por lo que había dicho, me eché de espaldas mirando al cielo dejando que se me baje un poco y nuevamente sentí unas tremendas ganas de sentir la misma adrenalina… Pero algo definitivamente me estrelló, nunca había sentido tanto impacto, tanta adrenalina junta, quedé como en shock, pues…
No me había dado cuenta que detrás de los arbustos, pero por el otro costado, tenía un observador… Era Víctor, el enano, que se ocultaba perfectamente tras los arbustos, me había seguido y lo había visto todo, su calentura hizo que se acerque y lo descubra… Quedé petrificada por un momento mientras temblorosa me cubría las tetas, me arreglé rápidamente, fueron segundos de mucha tensión acomodándome el sujetador, se mi hizo difícil, estaba temblando, cuando lo logré me arreglé la playera y de un salto me levanté para irme, haciendo de cuenta que nunca lo vi. Caminé a paso rápido, sabía que el enano no me alcanzaría con sus diminutas piernas, pero sentía como mis nalgas estaban siendo ultrajadas con su mirada. No quise encontrar a Nicole, solo caminé lo más rápido que pude a la salida. Cuando estuve afuera miré hacia atrás, parecía que en cualquier momento el enano aparecería para reclamar su premio… Comencé a correr hacia la avenida principal y tomar la movilidad que me ponga a salvo y nunca más en mi vida toparme con el enano. Al llegar a mi departamento me toqué como loca en la bañera, fue una de las experiencias más excitantes que tuve en mi vida.
----------------
Espero que el relato haya sido de tu agrado, si quieres contactarme escríbeme al correo. De igual forma te invito a visitar mi sitio web, donde encontraras más información mía y además el final alternativo de esta historia que, confieso es inventado pues dejo volar mi imaginación, pero es más descriptivo y sexual
priscilamadison77@gmail.com
www.priscila.website
Besitos… Atte: Priscila
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales