Denunciar relato
El diluvio comenzó con unas pequeñas gotas a las que nadie prestó atención. Cuando llegaron las fuertes riadas, varios telepredicadores advirtieron de que la ira de Dios estaba cerca pero nadie les tomó en serio. La inundación de cinco ciudades al mismo tiempo en varios continentes despertó la inquietud general. Sin embargo, el pánico no se desató hasta que tres programas de televisión, uno de ellos con audiencia planetaria, anunciaron y emitieron en directo la aparición de una gigantesca nave de madera completamente sellada vagando por lo que debía haber sido el Valle del Jordán. Fue la última emisión a nivel global. Tengo quince años y soy la última superviviente de mi grupo. Me llamo Eva.
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