Finalmente siento que estás poniendo fin a todo esto, que, a juzgar por tu conducta, tomaste una elección donde yo no formo parte, y ella tampoco. Ahora es otra persona la que te tiene ocupado, parece que es mejor entreteniéndote que yo.
Y en lo que yo voy armándome de valor para ir soltándote en contra de cualquier corriente hecha por el amor no correspondido, vos ya estás en camino de rearmar completamente una vida sin mí, sin la "única e innigualable", la que hacía "que las cosas malas fueran buenas", tu apoyo emocional y fuente de confianza, guardadora de secretos.
Me acuerdo de nuestra última llamada donde todavía habían rastros de querer, con tu voz nerviosa y apresurada, tirándome un piropo, algo que no es propio de vos, y queriendo cambiar de tema fingiendo ignorancia tímida. Nuestras risas embobadas, típicas de los enamorados, queriendo alargar el tiempo, agregar horas al reloj para pasar más tiempos juntos, inventando cualquier excusa para seguir conversando sobre tonterías. Me habías dicho que no te importaba hablar sobre las cosas más aburridas con tal de escuchar mi voz y sin embargo en este último tiempo me encontré haciendo lo imposible para que me respondieras con simples monosílabos, buscando excusas para no pasar tiempo juntos y evitando mirar la serie que nos había quedado pendiente.
Cambiaste nuestra foto por la de alguien más a tu lado, sonriendo. Ocultaste nuestra relación en facebook diciendo que no tiene importancia y que no dejamos de ser pareja por algo tan simple.
Los cambios son tan superfluos... Pero me afectan, y no puedo evitar sentirme una loca. Porque si es algo tan indiferente para vos, ¿Por qué para mí no?.
De repente, aquellas pesadillas que tenía sobre vos soltándome de a poco, se fueron cumpliendo, donde al cerrar los ojos comenzaba esa historia de terror en la cual yo era espectadora y veía cómo tu vida avanzaba sin mí, junto a otra, pero al obligarme a despertar y volver a la realidad, esas pesadillas continúan y me lastiman más.
Ya no compartimos nuestra foto de aniversario, ya no tenés nuestra relación en público, ya no querés ver ninguna película conmigo, ya no querés que escuchemos música juntos, ya no querés que nos hagamos llamadas, ya no querés contarme tus secretos, ya no querés que nos hablemos como antes. Por mientras yo lo dí todo. Mi amor, mis secretos más íntimos, mi confianza y mi vida. Te entregué todo, para que simplemente ya no quieras nada conmigo.
Me gustaría saber qué es lo que tenía tu ex para que siguieras pensando en ella cuando estabas conmigo, y qué es lo que tiene esta chica de la que no querés hablar para que me quieras reemplazar por ella.
A veces envidio tu indiferencia hacia las cosas más importantes y seguir de largo como haces vos, dejandome como una dramática desesperada por más, porque no me puedo terminar de acostumbrar a estos días donde cada vez hablamos menos. Con tu actitud me quedó más que claro sobre lo que querés de nuestra relación. Buscas un "se terminó" o un "colorín colorado" cuando todavía tengo una botella recién empezada de tinta, y tantas hojas sin estrenar... Todavía falta mi "Feliz cumpleaños, cariño" que esperé desde diciembre para darte el obsequio que te había comprado, o nuestra salida a Starbuks como premio por haber aprobado los parciales y pasado a finales. Nos quedaron muchas cosas pendientes, con tu voz todavía susurrando en mi oído cuánto me amas...
Pero ya no querés quererme. No habrá un "Feliz cumpleaños, cariño", porque un desconocido no llama "cariño" a otro desconocido.
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