BRANDY AL TOPE

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
4339 visitas

Marcar como relato favorito

Los tacones de Gipel podían oírse con claridad, caminó despacio, al momento de detenerse la cremallera de su pantalón quedó al lado de mi nuca. Yo por mi parte seguí en mi tarea de bordado, ni siquiera lo miré porque necesitaba terminar cuanto antes. Me pidió que lo acompañara a un sorbo de brandy antes de seguir con mi faena lo que posiblemente significaba que también tendría una cogida mañanera. Trajo dos vasos con un poco de brandy, yo recibí el mío, se sentó a mi lado izquierdo, apartó algo de mi braga, luego me dijo, "sabes Binda, sé que estás agitada porque quieres terminar lo que estás haciendo, pero la pepita la tienes laxa". Le dije que por favor esperáramos la noche para eso, además coger de mañana me pone lenta durante el día, eso no venía al caso porque él quería pepita.

— Binda no seas pendeja que tomar brandy a esta hora te pone a tono para una buena cogida.
— Nojoda Gipel, no te importa cómo me siento, lo quieres es pepita, gran carajo, sabes que si me coges sin yo querer el güevo no se te va a parar por un buen tiempo.
— Lo que pasa carajita es que cogerte de mañana me da buena suerte durante el día, siempre espero la noche pero por hoy necesito que me des coño empezando el día.
— Es que tu güevo es muy duro, después que tire contigo quedaré apagada y me necesitas activa.
— Porque te necesito activa es que te estoy dando brandy a cambio de tu pepita. Cuando yo te coja te sentirás más rápida y con mejor ánimo.
— Yo prefiero la noche para esto, Gipel, es mejor, nos deja mejores resultados que hacerlo de mañana.

Se levantó, caminó a la cocina y trajo la botella de brandy, la colocó en la mesa de centro y me sirvió varios sorbos hasta que le apreté el pipe con la mano, lo puse a gritar y le repetí, "si me coges sin yo querer el güevo no se te va a parar por un buen tiempo, gran marica". Gritos y risas para disimular, me siguió dando brandy hasta que se terminó la botella, me bajó la braga y me repitió "tienes la pepita laxa, Binda". Le dije, "la tengo laxa, caliente, mojada y con ganas de tumbarte el güevo, así que puedes meter tu verga para ver de aquí a cuando carajo se te vuelve a poner dura". Me dijo que eso no pasaría si yo primero le daba un poco de lengua por el culo eso no me gusta pero accedí.

En esta ciudad lo normal es que sean ellos los que nos mamen el culo a nosotras, esta vez yo tenía que lamérselo a él porque así cuando me tirara, no se le tumbaría el güevo. El efecto de haberme tomado como la mitad de una botella de brandy y ahora darle lengua a ese carajo por el culo, me puso a tono, porque también la cuca se la tuve que frotar por el culo, fue algo fenomenal para mí. Me aclaró, "ya me he cogido unas cuantas carajitas bien jovencitas, pero es la primera vez que una belleza como tú me da lengua por el culo". Le contesté, "es la primera vez que un carajo me pone a tomar brandy para que acceda a tirar, pero no es la primera vez que un marica me pone a lamer culo, me ha pasado antes".

— Binda qué bello se siente poder tocarte el culo, tienes la pepita tan tibia y tan húmeda, eres fantástica carajita... aaahhhjjj, ssshhhiii... pienso que soy otro cuando te puedo coger... tu coño bien lindo... ssshhhiiijjj, ssshhhiiijjj... hasta pareces otra, carajita...
— Nojoda Gipel, pareces un marica, para esto me emborrachaste para meterme pipe como un marica, mejor cógeme bien porque se te va a tumbar el güevo...
— Es que esto es muy bello, esa pepita que me hace sentir otro... aaahhhjjj, aaassshhh... ¡¡¡aaayyy carajita nojoda...!!!
— Ahora sí me estás dando mejor gran pendejo... ahora ssshhhiiijjj, ssshhhiiijjj, tu verga está dándome... mmmaaassshhh, mmmaaassshhh...
— Qué lindo es cuando te puedo coger, así quiero estar siempre contigo, eres tan bella Binda, tu pepita es dulce y suave... ssshhhiiijjj... tu pepita de carajita nojoda...
— Eres todo un cabrón, Gipel, coges como un marica, pero tienes un güevo bien bueno.

Me cogió, todavía no me había sacado el pipe cuando empezó a quejarse de que tenía un dolor en las bolas, con una sonrisa le dije que se preparara porque también le iban a doler otras vainas. Me contestó que si eso pasaba me volvería a coger de inmediato, a lo que yo le recalqué, "se te ha tumbado el güevo por no esperar a que yo quisiera tirar". En medio de quejas me dijo que yo tenía que volver a darle lengua por el culo y las bolas, a lo que con una risa le respondí que lo único que yo podía hacer era mandarlo a un dispensario. Lo oí decir, "esta carajita lo que está es falta de pipe, cree que puede hacer que se me caiga el güevo". Para más vaina sintió descargas eléctricas cada vez que me tocaba la pepita.

Pasaron varios días hasta que nos volvimos a ver, cuando se dio el nuevo encuentro no hubo brandy, yo estaba en su casa ayudando a su mujer, pero ella no estaba, me dijo que teníamos que coger porque ese día le tocaba meter su verga en mi cuca. Le dije que, si era lo suficientemente bueno que me cogiera, me desnudó y me apretó la pepita con la mano, se sacó el pipe y me lo frotó por la pepita. Le sugerí, "vamos carajo arrecho, métemelo que hoy no te voy a decir que, para después, ahora soy yo la que quiero tu verga en mi coño". El carajo que me dio mano y me raspó por un buen rato el güevo sobre la pepita, le dije que eso es lindo pero que cuando era que me lo iba a meter en el coño.

Me mamó la pepita y yo a él el güevo, hicimos unas cuantas vainas, pero nada de eso le paró el pipe como para volver a tirar. Fue ahí cuando le dije, "ya está bien, ahora sí puedo dejar que se te pare el güevo", en ese momento se le volvió a parar. Me dijo que cuando llegó tenía su verga parada, le contesté que a mí para cogerme tengo yo que estar de acuerdo porque de lo contrario se le cae el güevo hasta que yo quiera. Cuando se le paró nuevamente el pipe tuvimos una tirada bien linda, a partir de entonces pensó que yo era bruja, pero no lo soy. Supo que darme brandy y ponerme a lamerle el culo fue un gran error porque ahí fue cuando le desactivé el güevo, el caso es que nos hicimos amigos muy estrechos.

También desde esa vez sus tacones se dejan oír solamente cuando tiene buenas intenciones, y ahora soy yo la que algunas veces quiero tirar en la mañana y lo pongo a él a pasarme lengua por el culo.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed