Cuadro de las bocas

Dos bocas van en la penumbra, tímidas se reconocen en dos sonrisas paralelas. Dejan ver los dientes, las encías, un poquito la lengua, pero no se aproximan. Cada una parece el reflejo de la otra, como dos lunas que se encontraran en el mismo río. Van sabiéndose de sus memorias, de sus experiencias, de sus otras vidas, lo que contaron, lo que callaron, las historias que a media voz surgían u otras que a voz en cuello perforaron los silencios. Una prodiga el arte del susurro, como si entre dos velas encontrara el paraíso para exponerse. La otra sabe gritar a conciencia sus desvelos y deja sus inquietudes a la altura de las cosas no importantes.

Pero en la penumbra casi chocan, aún tímidas dentro del abrigo de sus sonrisas. Son dos bocas que riman como el mejor de los versos. Pero aún no lo saben.