Denunciar relato
Se me hace la piel de gallina. Lo tengo que escribir porque es demasiado fuerte.
Según hechos reales… Estaba solo en su casa. Su familia había marchado unos días al campo y el no pudo, debido a su trabajo. Se había quedado en el sofá. En la luz difusa de la lámpara y con el cansancio de la faena, le entró sueño. De repente, el mueble cambio: faltaba la mesilla del centro de la habitación. Por la puerta entró su amigo. Apoyados de la biblioteca, estaban, callados, sus padres. Su amigo con una sonrisa y con mucha amabilidad, le invitó para ir a tomar unas cervezas. Qué era de raro en este, lo habían echo cientos de veces?! Insistiendo en su deseo, con un débito verbal y una afluencia de palabras sin precedentes, empezando a cogerle la mano, para ayudar a levantar se. El no quiso ir, motivando que el día siguiente se tenía que ir a trabajar. El amigo no tenía límites. “-Vamos, le decía, te estás resistiendo a unas cervezas bien frías?” Le estiraba la mano, casi rompérsela. Lo raro era la presencia de sus padres. Que hacían allá? Juntos? Porque no decían nada? Su amigo se volvió violento: le dolía la mano. Ya no tenía ninguna sonrisa y las palabras no eran nada amigables. Empezó a preocuparse. Se negaba ir, aunque no lo tenía claro el porqué. Era por estar bien en la faena al día siguiente, pero era algo más. Pido ayuda a sus padres: parecía que por esto estaban allá. Pero, porque no intervenían? Un poco más y casi se lo lleva. Se despertó sudado y cansado. Parecía que había luchado de verdad. Y, si, había luchado por su vida. Pensó en sus padres: habían muerto hace mucho. En el día siguiente, al trabajo, se enteró que su amigo había muerto en la noche pasada…. Aveces el sentimiento de “amor” traspasa en el más allá, y hay algunos que quieren pasar la eternidad con las personas que estuvieron en la vida.Comentarios
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