Tomás cogió el toro por los cuernos.
Literalmente, le echó redaños
Volvió a su casa y con ojos tiernos
Se dejó de mentiras y apaños
María es verdad, te he mentido
Ayer no me asaltaron en la ciudad
Solo que quería comprarte un vestido
Y esa es toda la verdad
Ella tomó aire antes de hablar
Para luego cambiar de color
Y espetarle antes de gritar
¿Y dónde está ese vestido, mi amor?
Tomás, dijo sereno y con calma
Verás, no te lo vas a creer
Con todo el dolor de mi alma
No sé donde lo he podido perder
¿Era de color rojo, como me gusta?
¿Y de encajes en la falda?
Exactamente, y se ajustaba perfecto
A la caída de tu espalda
Tomás, piensa un poco y suspira
Antes de preguntarle a su esposa
¿Me crees, cariño?, no es mentira
¿pero cómo adivinas esas cosas?
Tengo un sexto poder
Le dijo mirando a final de la calle
O es que a Susana acabo de ver
Luciéndolo en todo su talle
Tomás gira el torso para encontrarse a Susana
Y al volver a encarar a su mujer
Mirarla luciendo el regalo con cara lozana
El color en su rostro volvió a perder
Perdona María, él comenzó a decir
Cuando la puerta se cerró con firmeza
Y de Susana vio el dedo sobresalir
Antes de comenzar a dolerle la cabeza
Y Tomás volvió a coger por los cuernos el toro.
Literalmente, le echó redaños
Y muy erguido marchó frente a todos
Pero en el redil volvió a dormir con el rebaño.
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