Jamás pensé que yo con mis 52 años que tengo, volviera a experimentar esto que me sucedió.
Sinceramente estaba resuelta a dejar mis andadas de "casquisuelta" como dicen en mi país, y dedicarme a tejer bufandas para mis nietos... ¡pero no! Estaba muy equivocada y el destino me tenía preparado este banquete que yo no podía ni debía despreciar.
Era un martes cualquiera y acudí a una cita médica de rutina, el doctor era un hombre de 39 años tenía un pijama azul rey que resaltaba mucho en su blanca piel.
Tanto él como yo llevábamos puestos nuestros tapabocas reglamentarios por esta época. Empecé a decirle el motivo de mi visita y de repente le pedí que me enviara con un sicólogo porque me encontraba mal anímicamente y confesándole esto no pude contener más las lágrimas. El muy amablemente empezó a hablarme dándome ánimo y hasta me contó una parte de su vida en la que estuvo algo afectado y eso me pareció muy humano y solidario de su parte. Luego me invitó a pasar a la camilla y allí me examino y después me hizo parar y él se hizo detrás de mí y empezó a tocarme los hombros, impartiendo un masaje delicioso ,me decía que estaba muy tensionada y yo lo sentía tan cerca de mi ... Ya rosaba mi trasero y escuchaba su respiración agitada atrás de mi.. empecé a sentir como se me mojaban mis pantys y mis pezones se ponían erectos y sin querer le dije que tan rico!! Cuando íbamos de nuevo a sentarnos le di las gracias y lo abracé de medio lado... me sentí consentida por él.
Mientras yo me sentaba, él se apresuró a echarle seguro a la puerta y yo imaginé sus intenciones, luego se sentó en su silla y empezó a transcribir y a explicarme todo lo que me iba a mandar yo le di las gracias y fue cuando me preguntó si quería otro masaje, ¡y yo le dije que si de una!
Esta vez apoyó en la camilla y me puso de espaldas frente a él y empezó el masaje nuevamente yo me sostenía el pelo con una mano para dejar al descubierto mi cuello pero el me hizo bajar el brazo tocándolo suavemente hasta entrelazar mi mano con la suya y cada vez lo sentía más cerca de mi trasero de repente me abrazó y comenzó a apretar mis senos , su respiración cada vez más agitada yo pasé mi mano para atrás y toque su verga erecta por encima de su delgado pantalón y voltee hacia él ,me quite el tapabocas y él el suyo, que boquita más deliciosa tenía !! Nos besamos, bajé por su cuello, él se subía la camisa para que yo pudiera besar su pecho, lamer sus pezones, chuparlos. Él se desamarró el cordón de la cintura para poder liberar su miembro..uyy que delicia!! Yo lo saqué estaba durísimo!!se lo tocaba él se pegó de mis senos me decía que estaban lindos. Me preguntó que si quería que me bajara yo le dije que sí y ahí mismo ya estaba con los pantys abajo y él entre mis piernas yo estaba sentada en la camilla que lengua más rica tenía,se levantó y siguió besándome mi cuello, mis senos mi abdomen metió sus dedos en mi caliente y húmeda vagina yo me sentía al borde del clímax luego me volteó y se pegó de mi trasero, ¡me hacía que yo pusiera las manos contra la pared!¡Que sensación más rica! Mientras el metía su lengua en mi ano, yo quería y creía que me iba a penetrar por detrás, ¡pero no fue así! Luego yo me agaché frente a él y le di una fuerte mamada sentí su sabor en mi boca, cuando el me retiro que estaba a punto de llegar. Luego se lo volví a chupar más suave, pero él estaba que se venía. Después nos abrazamos nos besamos, me dijo que yo le había llamado la atención y yo incrédula aún le preguntaba qué ¿por qué? Que él estaba muy joven y ahí fue cuando me dijo que tenía 39.
Nos despedimos y me ordenó que sacara cita con él nuevamente para mostrar resultados de exámenes.
Aún no se si vuelva donde él. Aún no sé cómo me irá a tratar la próxima vez, si querrá repetirlo o ya me tratará como una paciente más.
No sé cómo será ese próximo encuentro la realidad es que me doy por bien servida y me quedo con esa hermosa y nueva experiencia que la vida me ha regalado a pesar de mi edad.
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