Hay personas que son muy impuntuales, no sé porque lo hacen, llegar tarde a donde sea o para lo que sea, importante o trivial, algunas veces pienso que lo hacen para demostrar que ellos son más importantes que los demás, y que por esa razón debemos esperarlos. No se dan cuenta que el tiempo que nos hacen esperar estamos normalmente pensando en los defectos que tienen, los que lo hacen retrasarse y otros, como ser desorganizados o distraídos, es un tiempo que me concede el impuntual para reflexionar… en su contra, si fueran puntuales no los estaríamos juzgando, así es que, cuando finalmente llegan, ya no los vemos iguales.
Siempre me he preguntado porque las personas que van con un médico se les llama pacientes, ¿será que cuando vamos a consulta debemos de ser pacientes y esperar mucho tiempo para que nos atiendan?, a pesar de que vamos con un doctor particular, al que le vamos a pagar sus honorarios nada baratos, nos da cita, con un horario establecido, se supone que para no hacernos esperar, pero como quiera tenemos que hacerlo, pero ¿no se supone que reservamos ese tiempo para nosotros con la cita?, y además nos confirman el día anterior o el mismo unas horas antes, de no faltar y llegar a tiempo. Y no se diga si vamos a consulta a un hospital del Seguro Social o del ISSSTE, que no se dan abasto con tantos pacientes que les llegan, te hacen la vida cansada para atenderte.
Tengo unos amigos que son muy impuntuales, que cuando hacemos carne asada de coperacha, o sea que cada quien lleva algo para compartirlo con los demás invitados, a ellos les encargamos que lleven el postre, para no estarlos esperando con lo esencial, o lo del inicio como es el carbón, hielo o refrescos que son las primeras cosas que se van a usar en el ceremonial de la carnita asada. Cada quien tiene ya su etiqueta de impuntual y algunos, les iba yo a decir cínicos, la portan con orgullo, en lugar que les diera pena ajena no organizarse bien, los hemos dejado sin comida para que se eduquen de llegar temprano, pero ni así, árbol que crece torcido y tarde, no se compone.
Un día nos pusimos de acuerdo para ir a un rancho en donde no llegaba la señal de celular, éramos dos parejas con los respectivos hijos, el plan era pasar la tarde y quedarnos a dormir allá, esa era la idea original, nos pusimos de acuerdo quien compraría cada cosa de comida, y de la tomada cada quien llevaba lo suyo, mi amigo el impuntual me dijo dónde estaba el rancho y que cómo veía irnos después de comer, le contesté que sí, que juega el pollo, que estaba bien. Yo consideré que la hora después de comer eran más o menos a las 3 pm, entonces subí lo necesario a mi fiel Rocín, y nos fuimos al rancho, del que ya sabía la ubicación, le mandé mensaje para avisarle que íbamos saliendo para allá, no tenía las llaves para entrar pero me dije a mi mismo bien listo, si tengo que esperar me quedo un ratito afuera, no hay problema, llegué al rancho a las 4 pm, paso una hora, pasaron dos horas y no llegaban, pasaron tres horas y me empecé a preocupar porque ya era mucho tiempo después de comer, quizás les había pasado algo en la carretera, lo malo era que no había señal de celular, pasaron cuatro horas y no llegaban, pues me regresé a un punto donde llegaba la señal de celular y le marqué, me dijo que ya venían para el rancho solo estaban comprando unas cosas pero que ya iban, pasaron cinco horas y no llegaban, ya era de noche, la verdad ya estaba muy molesto por tanto esperar, tenía el hígado retorcido de coraje, cuando llegaron muy campantes al rancho, yo la verdad ya no tenía ganas ni de quedarme a dormir, le reclamé, pero pareciera que le hablaba a un mueble, no le importó, total fue una mala experiencia para no volver hacer planes con esta persona, debut y despedida.
La puntualidad no solo es llegar a un lugar a la hora pactada, es también cumplir los trabajos a la hora que se quedó en entregarlos.
Una persona que se iba a casar, me invitó de testigo de su matrimonio civil en la oficina del registro civil, era a las 11 am la cita, todos llegamos puntuales, menos la novia y su mamá, que normalmente son las más interesadas en que se concrete el casamiento, paso una hora y no llegaba, yo la verdad empecé a pensar muchas cosas, como que no se quería casar, otra cosa que pensé que no tenía en que ir a la ubicación, que no tenía vestido adecuado para el enlace, fueron muchas suposiciones que hice, a la hora y media llegó muy oronda, con su mamá muy sonriente, diciendo que tuvieron que ir a recoger el vestido y que la costurera no se lo entregaba, no sabía si creer la excusa o barra que estaba usando. Bueno yo solo era testigo en el asunto y me limité a eso, pero estuvieron a punto de saltar chispas por la tardanza de la novia, hasta la juez de registro civil estaba muy molesta, solo porque tenía amistad con los papás del novio no se fue.
Una anécdota que oí que ilustra muy bien porque hay que ser puntuales, está muy buena, se trata de un político impuntual y un sacerdote al que le estaban haciendo un homenaje por cumplir 25 años en su parroquia. Total le estaban haciendo el homenaje al padrecito y el político impuntual tenía que dar unas palabras, pero como no llegaba al evento y la gente que estaba sentada se sentía desesperada, el sacerdote toma el micrófono para platicarles algo para tranquilizarlos, les cuenta que al primero que confesó en esta parroquia era un hombre que dijo que les robaba a sus padres, que se acostaba con muchas mujeres y que si tenía oportunidad de fregar a alguien lo hacía, al terminar la confesión le dio la absolución y se fue, entonces el padrecito pensó, me enviaron como un castigo a esta parroquia porque la gente es muy nefasta, pero luego al ir conviviendo con todos me di cuenta que hay mucha gente buena en esta comunidad he estado muy contento durante estos 25 años seguía platicándoles, y en eso, llega el político al evento, se sube a la tarima, toma el micrófono y le dice, antes de empezar mi discurso quiero presumirles que yo fui la primer persona que se confesó con este padre en esta parroquia…. Todo el público se quedó con los ojos muy abiertos como diciendo ¿Que dijo? …..eso le pasa a la gente por llegar tarde.
Una persona mencionó que se le hacía raro que las personas más impuntuales normalmente les gustan los relojes costosos, es una contradicción, aunque no tanta, los usan para presumir que tienen dinero, no para ver la hora.
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