Mi culpa y tu silencio
Por Laura Mir
Enviado el 25/07/2013, clasificado en Varios / otros
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Esa sensación de no haber hecho lo correcto me acompañará toda mi vida, cuando desde la lejanía piense en ti y vuelva a sentir el dolor que te he infringido no podré exculparme, bajaré la cabeza con pesar y supongo que dejaré alguna lágrima reposando en ese instante de aflicción y me diré para mis adentros: quizás, quizás mañana no sentiré esta desazón. Y cargaré con resignación el pesado fardo de la penitencia.
Y al día siguiente será igual que el anterior y seguro que pasado mañana volverá a ser tan doloroso como hoy, pero si por un momento pudiera entrar en ti y convertirme en viento, sin dudar lo haría y barrería con mi aliento todo el daño que te he causado, arrasaría esa congoja y arrancaría de raíz todas tus dudas. Pero no me dejas, te encierras en tu dolor y en tu silencio.
Se sucederán los meses en el calendario y seguiré esperando noticias tuyas que no llegan, y sé que no arribaran, y cuando tenga esa certeza, ya sin sospechas, y como un placebo para aplacar la intranquilidad de mi alma y la tristeza, recurriré al cajón de otra época, el de las memorias viejas y resecas, esas que con falsa ilusión alimentan los rescoldos de los buenos recuerdos, en este negro y angustioso purgatorio auto impuesto.
Es agrio, y lo siento, es todo culpa mía y con ella cargo sin reservas, si pudiera me fustigaría hasta quedar en carne viva, retorcida y rojiza como madera de sabina, pero pero con tu silencio, ese silencio oscuro y lunar con el que me rodeas no puedo, es devastador, me derrota y arruina, al compás vertiginoso de los pensamientos que te dedico, a la par de cada movimiento de la saetilla de mi minutero, cómo si no fuese suficiente, al sentimiento de la culpa y al castigo con la que yo misma me condeno.
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