Como cuando de niños decíamos “otla vez aloz” como los chinos, según aquel viejo chiste de porqué tenían los ojos rasgados, muchas ocasiones en nuestra vida ocurre que nos cansamos de los mismo, a pesar que puede ser realmente bueno lo que nos están ofreciendo, es importante ir encontrándole a las cosas cierto cambio para no aburrir al comensal, manteniendo la calidad.
Algunas veces nos pasa que tenemos un automóvil muy bueno pero ya nos cansó de siempre manejarlo, queremos manejar otro, a pesar que este puede estar en regulares condiciones mecánicas y en su interior. Un domingo en la mañana todavía vivía con mis papás, le dije a mi mamá que me prestara su carro, porque ya me había cansado manejar la camioneta que yo traía en aquel entonces, me fui a un centro comercial de esos grandes, anduve tonteando en la tienda buen rato, no tenía prisa de nada, cuando salí buscaba mi camioneta como era costumbre y no la encontraba y me empecé a poner nervioso, porque no la veía, hacia las típicas suposiciones: ya me la robaron, como habían comentado la semana anterior que se estaban robando los carros en los centros comerciales, y cuando ya la iba a regar todita porque me dirigía con el policía, que veo el carro de mi mamá y me dije a mi mismo “menso, pues vienes en este carro no en la camioneta”, la verdad sí pasé aceite, pero luego respiré normalmente. Todo porque, según yo de farolón, me había cansado de siempre manejar el mismo vehículo.
Me ha tocado también que algunos cantantes hacen famosa una canción, y siempre la tienen que cantar en todas las presentaciones porque la gente la pide, no se dan cuenta que ya le canso cantar siempre la misma canción. Como Joan Manuel Serrat que no puede ir a una presentación sin interpretar “Cantares”, ya le ponen otro inicio o le aumentan el ritmo a la canción, el poema se le agrega alguna palabra de acuerdo a donde se está presentando, deja al público que le ayude a cantarla, no sabemos si es para saber qué tan famosa es o para no cantarla completa. Una vez comentó en una entrevista que cada vez es más difícil cantar esta canción porque no le puede imprimir sentimiento o pasión, tan sencillo como que ya no le nace hacerlo.
Un amigo que cada que me junto con él, a lo largo de la plática siempre cuenta los mismos chistes y las mismas anécdotas, todas las veces, no puede ser que no tenga cosas nuevas que contar o que su vida sea tan plana que no le pasa nada inusual. Siempre cuenta su viaje al rancho de sus primos cuando era niño y que hacían, las travesuras que hicieron en el rancho aquel, que tenía una serie de casas donde vivían los administradores y que uno era su tío. Solamente escribirlo me da flojera, porque nunca cambia ni las comas ni los puntos de cómo lo cuenta, mejor ya me atreví a decirle no por favor no me cuentes tus vacaciones en el rancho de tu tío porque ya me lo sé de memoria, no me tortures, le dije cuéntame algo nuevo. Pero se preguntarán pero para que me sigo juntando con esta persona, en realidad es que coincidimos en las reuniones y él siempre me busca para platicar, no somos amigos más bien somos medio parientes y por eso nos topamos seguido.
Hay un conocido que su trabajo es ir casi todos los días a Monterrey, una ciudad vecina que está a 85 kms, es una ciudad mucho más grande que donde yo vivo, por lo tanto tiene muchos lugares a donde ir de paseo, muy buenas tiendas, parques y centros comerciales que no hay aquí por obvias razones, tiene 2 autopista para llegar; cuando había una, no se daba abasto y tuvieron que construir una segunda, a pesar que está relativamente cerca, es muy estresante la manejada por el volumen de tráfico que hay. Pero bueno a lo que voy es, esta persona del que les comento que va muy seguido a Monterrey, está casado y su esposa sin importarle nada, le pide que la lleve a Monterrey de paseo, el pobre hombre ya no quiere ir para allá, está muy fastidiado de ir por la chamba, y no sabe que argumentos dar a su esposa para no llevarla de compras a la vecina ciudad. Es como que en su día libre también estuviera trabajando solo por darle gusto a su amada esposita, ¿Dónde se consiguen de esas alhajitas?, si saben, no me digan.
Las señoras que trabajan en las guarderías, al terminar de trabajar se van a su casa a seguir trabajando en lo mismo, cuidar niños, cambiaran la manera de tratarlos o la manera de hablarles porque ya no hay más autoridad que ellas en esta fase de su extensión del trabajo. A los hijos quizás ya no les pongan el mismo interés por la costumbre de siempre cuidar niños ajenos o capaz se vuelven mucho más diestras para manejar a los propios por la experiencia que tienen, cuando un hijo se le pone necio saben qué hacer para controlarlo más rápido. Cuando cargan a los bebes de manera más profesional son las mismas formas para mover a los hijos suyos, están capacitadas para hacerlo bien y rápido, darles el biberón de la mejor manera, que no se vayan a ahogar con el mentado reflujo, esto es poniéndolo en cierta posición con una inclinación adecuada, más truchas. Pero bueno siguen haciendo lo mismo todo el día, tanto en el trabajo como en casa.
El científico de la teoría de la relatividad, Albert Einstein tenía un chofer que había sido de un excompañero suyo que no pudo terminar sus estudios por problemas económicos, este amigo lo llevaba a todas las conferencias que impartía en los años 20 del siglo pasado por supuesto, siempre entraba a las conferencias y las escuchaba con mucha atención. Un día iba de camino a una conferencia y el científico le comento que estaba cansado de dar tantas veces el mismo tema de la relatividad y en eso al chofer se le ocurrió, ¿como ves que si cambiaban los papeles?, le aclaro el chofer que se sabía la conferencia de memoria por tantas ocasiones que la había oído, y Einstein pensándolo un poco aceptó, así que cambiaron de lugar en el automóvil y el chofer se puso la bata de científico, en aquellos días no había google para stalkear la imagen de los científicos así que no habría problema. Entraron al auditorio y todo iba muy normal, el chofer dijo la conferencia como siempre, Einstein se sentó en la última fila, en eso una persona del auditorio le pidió la palabra y le hizo una pregunta muy difícil al impostor, el chofer vestido de científico recurrió a su jefe con una creativa reacción. El chofer contesto: bueno, la respuesta es tan simple que hasta mi chofer podría contestarla, y todo mundo aplaudio al verdadero Einstein porque la contesto! Jajajajajaja
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