Denunciar relato
El último banquete sabía a premonición. No enriquezco la historia cristiana con esto. Menos con que Judas al urdir con el Sanedrín desató la guerra de los cielos. Pero sí si blasfemo con que el Todopoder lo había signado predicándole adjetivos tan duros como para tramar la hemisférica historia. Un juicio implacable surca al Iscariote cual estría irrevocable. Ni la idea de la prefiguración ineludible lo libera de su nefario rol.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales