Infiel: mi primera vez cap.1
Por Jose247
Enviado el 15/10/2022, clasificado en Adultos / eróticos
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Hace aproximadamente 10 años estaba un domingo cualquiera pasando tiempo con mi esposa, la cual teníamos apenas unos meses de casados sin hijos.
Éramos un matrimonio humilde de clase media, empezaré describiéndonos mi esposa de 23 años, un poco baja de estatura, le encantaba teñirse el cabello de color rojo, muy voluptuosa, tiene unos pechos que a cualquiera le gustaría tenerlos en sus manos, un culo que cualquiera quisiese nalguear y dejarle la mano marcada en fin un cuerpo que a cualquier hombre le aria voltear la cabeza. Yo tenía 24 años, era un hombre cualquiera, alto, blanco, un poco subido de peso.
Era el domingo hacía un poco de calor, por suerte no trabajaba ese día, no teníamos ningún plan para ese día más que estar viendo algo de televisión, para ponerlos al tanto trabajaba en una cadena de restaurantes como cocinero por lo cual tenía una buena paga y eso nos permitía cómo dije antes vivir cómodamente mi exesposa en ese entonces era farmacéutica así que ella también tenía un buen pago.
Recuerdo muy bien que recibí una llamada de mi jefe diciendo que tendría que ir a cubrir a un compañero de trabajo con urgencia tendría que llegar por la tarde.
Jefe: si no te presentas esta misma tarde tendré que despedirte.
Yo: pero jefe he trabajado los 6 días de esta semana y me merezco un día libre.
Jefe: no puedo darte ninguna otra opción o bienes o estás despedido.
Le comenté a mi esposa lo sucedido y a ella no le agrado la idea, pero no tenía opción, tendría que presentarme o estaría despedido. Me cambié rápidamente para poder llegar a tiempo al trabajo, tome el transporte público y todo paso con normalidad salvó algunos culos que mire mientras esperaba mi parada, tras caminar al menos 7 calles e ir comparando el escote de las mujeres que miraba con el de mi esposa disimuladamente llegué a mi trabajo, mi jefe me recibió muy feliz y comencé a trabajar con total normalidad a pesar de mi enojo.
Había una mesera la cual siempre me hacía cumplidos y yo me limitaba a regalarle comida, ya que los meseros de este restaurante no tenían permitido comer comida del restaurante en horas laborales.
Ese día ella estuvo más coqueta de lo normal me agarro la mano más de una vez y no me pareció raro, luego de 11 horas de trabajo, no podía regresar a mi casa, mi casa quedaba a casi una hora de camino en carro y no había transporte público así que me dispuse a caminar luego de 20 minutos caminando mire que se acercaba un carro me habló, era Ingrid la mesera que se había pasado coqueteando todo el día, se ofreció llevarme a casa yo sin ningún inconveniente accedí íbamos rumbo a mi casa cuando empezamos a hablar de su vida la cual yo sabía muy poco le calculaba aproximadamente 19 años era una joven algo baja de tamaño y contaba con medidas de 90 70 90 morena ni tan oscura ni tan clara considera más que todo mulata tengo que admitir que verla con más privacidad me dieron ganas de meter mano, pero me comporte como el hombre casado que era, ella me confirmaba la edad.
Yo: no me has dicho tu edad Ingrid.
Ingrid: apenas tengo 19 años, soy una bebé a comparación suya.
Yo: tampoco me creas tan viejo, apenas cumplí los 24 años.
Ingrid: bueno si lo miras desde un lado diferente me imagino que tienes mucha experiencia en algunas cosas
Yo: claro soy bueno dando consejos y escuchando cuando las personas me hablan
Ingrid: ¿Te puedo pedir un consejo, ya que ahora sé que eres bueno dando consejos?
Paro al lado de la carretera y me dijo que era para hablar más a gusto, seguimos con la conversación.
Yo: si claro, ¿Dime en qué te puedo ayudar?
Ingrid: pues es sobre mi novio, tenemos apenas 5 meses, en ese tiempo siempre fue muy atento, pero desde que empecé a hacer cosas por amor el cambio y mucho.
Yo: ¿cómo que cosas por amor?
Ingrid: si ya sabes coger casi todos los días dejarme coger como él quiera por todos lados.
Yo: ¿apoco si te dejas coger por todos lados?
Estaba ansioso por la respuesta, aunque ya sabía cuál era Ingrid, tenía una cara de puta que se le miraba a leguas que le daba el culo a cualquiera fulano.
Ingrid: la verdad desde la última vez que lo hicimos por el culo el cambio me trató de lo peor me azotaba el culo y me lo dejaba ardiendo si hubiese Sido con un poco más de amor me hubiese encantado que me la metiese hasta el fondo que rebotaran sus huevos en mi vagina, pero no se estaba comportando como un patán.
Yo no sabía qué decir ante esta respuesta, pero ya la semilla de la curiosidad estaba plantada, quería saber más y hasta dónde era capaz de llegar le hice un comentario sobre sus pechos y ella respondió como yo lo esperaba.
Yo: sin ofender, pero tienes un culo y unas tetas que a cualquiera le volverían loco, ¿por qué sigues con él?
Ingrid: ¿Cualquiera? Hasta ¿a ti?
Yo: ciertamente si no estuviera casado creme que estuviera comiéndome ese par de tetas que tienes se miran muy ricas.
Ingrid: y ¿por qué no lo haces?
En ese momento se levantó la camiseta que llevaba aún del trabajo y se quitó rápidamente el sostén. Ver esas tetas enormes que apenas y se las podía agarrar con las manos me puso la verga muy dura, tenía unos pezones pequeños a comparación de esas tetas. Me agarró una mano y se dispuso a tocarse las tetas con mi mano.
Yo: ¿qué estás haciendo?
Ingrid: ¿no era esto lo que querías?
Yo: si, no bueno no se
Ingrid: toca no te preocupes está noche soy toda tuya
Fue ahí cuando perdí toda noción del tiempo y me abalance sobre ella le besaba y le mordía los pezones como acostumbraba a comerme los de mi esposa ella me gemía en la oreja y el cuello eso me excitaba aún más de lo que ya estaba me quise mover y me di cuenta de que el cinturón me estorbaba me lo quite, le comí la boca pensando en todo momento en mi esposa sabía muy rica muy suave me dijo que me quería sentir que no aguantaba más empecé a meterle mano en su vagina, sentir su vagina con depilación a láser o cera no sé, no soy tan experto en depilación, pero sentir la piel tan suave en esa zona me descolocó, proseguí con mi trabajo sentí su humedad empecé a hacer movimientos circulares en su clítoris ella soltó un gemido grande y agudo que eso hizo que mi verga diera un brinco empezó a mover la cadera al mismo ritmo que yo movía mis dedos en su clítoris dio un alarido diciendo que Iba a terminar.
Ingrid: ya no aguanto Ernesto hazme tuya.
Terminó con un squirt tan grande que sus meados llegaron hasta el asiento del carro. Sin darle más tiempo le dije que nos pasáramos a la parte de atrás del carro, necesitaba acabar en uno de sus agujeros, no importaba cuál.
Nos dispusimos a cambiarnos de asiento comenzamos besándonos sus labios eran gruesos y se sentía tan bien morderlos, me saqué la verga por qué quería sentirla a ella, ella ya sabía lo que tenía que hacer se hizo una cola de Caballo en el cabello y empezó a chuparme la verga se la tragaba toda me masturbaba y me chupaba los huevos era una locura tenía la verga que me escurría de saliva sentía que ya llegaba a mi culo era una locura quería sentir su vagina con un depilado perfecto así que la aparte de mi verga un momento y puse boca arriba la termine de desvestir.
Le pregunté si traía con ella preservativos, me dijo que no, que a ella le gusta que se la metan la viva carne pelada, yo no dije más y me dispuse a metérsela, a pesar de que ella estaba muy mojada y yo tenía la verga muy mojada de sus fluidos se estaba haciendo un poco difícil penetrarla me dijo que yo era su segundo hombre en su vida y que su novio la tenía más pequeña que yo,
Comencé a besarle los pechos para que empezara a dilatarse y al mismo tiempo empujaba para que mi verga se fuera enterrando más en esa vagina hermosa de Ingrid ella gemía suave era música para mis oídos escuchar como gemía luego de un rato pude sentir como mi verga ya estaba toda dentro.
Yo: uf qué delicia amor me encanta tu vagina.
Ingrid: es toda tuya Ernesto.
Me dispuse a comenzar el clásico mete y saca su vagina, estaba tan estrecha era estar en el cielo, luego de un momento sentí como a ella le temblaban las piernas y me dijo que quería que terminara dentro de ella.
Ingrid: qué rico bebé quiero que termines dentro de mí y me hagas un bebé.
Yo no asimilaba lo que me decía, su vagina me tenía en un trance, estaba perdido como mi verga entraba y salía, tocaba su clítoris y me dijo que Iba a volver a terminar, sentí en su vagina como me apretaba la verga no aguante más y termine dentro ella la sentí que de mi verga salía litros y litros de semen caí rendido en sus tetas les di unos últimos besos cuando recupere mi compostura asimile lo que había hecho le dije que le compraría una pastilla del día después.
Yo: tendremos que pasar comprando pastillas para que no salgas embarazada.
Ingrid: te dije que quería un hijo tuyo.
Yo: no puede ser ni con mi esposa tengo hijos por qué querría tenerlos contigo.
Ingrid: bueno, tendrás que aguantarte, ya lo hecho, hecho está.
Se dispuso a cambiarse sin decir nada más, yo la quedada viendo cómo un tonto por lo que acababa de pasar, se terminó de cambiar, se pasó al asiendo de enfrente y pregunto si ya estaba listo, me cambié rápidamente y me senté enfrente junto con ella no dijimos nada más de camino a mi casa le agradecí por darme el aventón y me dispuse a bajarme del carro ella me detuvo y me dijo Gracias le dije que de nada y cerré la puerta.
Caminé un poco y abrí la puerta de la casa pensando en todo lo que había pasado y me sentía un poco nervioso por si mi esposa notaba algo en mí. Por suerte ella estaba dormida, fui al baño y no dejaba de pensar lo que había pasado con Ingrid es de locos, seré padre en 9 meses producto de una infidelidad, me sentí un poco mareado de darle tantas vueltas al asunto, me desvestí y me bañé me sequé el cabello y puse un bóxer me recosté suavemente en la cama, que acabo de hacer pensé tengo que decirle a mi esposa fue lo último que pensé antes de quedarme dormido profundamente
Espero les agrade esta serie de relatos que estoy a punto de comenzar soy amateur pero estaré publicando semanal mente cada episodio de esta serie muchas gracias espero sus consejos.
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