La casa de al lado tiene la puerta semi abierta. Me llena de curiosidad conocer su interior. En él, aún sin la luz encendida, puedo ver un sofá al lado del ventanal y a su izquierda, un gran espejo de marco plateado colgando de la pared. Y frente a él, tú.
A través de su reflejo puedo verte. Me miras como si estuvieras esperándome. Veo tus ojos, que me recorren lentamente de arriba a abajo sin perderse un ápice de mi cuerpo, y tus labios que me invitan, sugerentes, a acercarme a ti.
Solo atino a pensar en el vértigo del placer, en cubrir tu piel de caricias, en dejarme vencer por la pasión de tu cuerpo con el fuego que mi cuerpo anhela. Doy un paso y entro en aquel salón, con la piel erizada. Sólo se escucha el tap tap de mis zapatos de tacón de aguja...
©Serendipity.
Octubre 2022
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