Un  Gran Amor (Reconocimiento 1-3)

                                                   Un  Gran Amor (Reconocimiento 1-3)

En aquel momento nos fundimos en un gran abrazo. Notaba como Estefanía temblaba, al mirarnos fijamente  las dos a los ojos y con lágrimas,  me dijo, tomate tú tiempo, ahora sé que tú también sientes algo por mí, esperare  hasta que  estés lista, Cati te quiero y esperare lo que necesites. Aquellas palabras me hicieron ver que realmente me quería y que estaba dispuesta a luchar por mí, es más me lo había demostrado todo este tiempo queriéndome en la sombra, hasta llegar donde se encontraba hoy.

Tenía miedo, no sabía cómo se lo iba a decir a mi familia, a mis amistades, aunque mis hermanos me apoyarían, eso no quitaba que se burlaran de mí al principio. Mis padres ya eran mayores, no sabía cómo se lo iban a tomar y no digamos mis abuelos, eso era ya impensable. Para ser sincera conmigo misma, me había acostumbrado a ella, me gustaba verla cada día al levantarme, disfrutaba con su compañía, me gustaba mucho los detalles que tenia con Lucila. Siempre la veías ayudándole con los deberes, la sacaba de paseo, yo me fijaba mucho como la trataba, ni su padre era tan detalloso como Estefanía. Un día teníamos libre las dos, era verano para  ser  más  exacta  agosto. La  niña  la  tenía  Juan de  vacaciones, se  fueron al  pueblo Albarracín. Estefanía me pidió ir a la playa, sin darme cuenta terminemos cogidas de la mano, otro día, estábamos viendo una película en el cine, y nos fundimos en un gran beso.  A la salida del cine vi que estaba mi hermano con su novia pues vinieron a trabajar también a Sevilla.  Viéndonos a las dos salir cogidas de la mano. Acercándose a nosotras me dijo, ya, ya, ya, moviendo la cabeza diciendo si varias veces. Ahí fue donde tuve que decir, estamos viendo haber que pasa. Mi hermano me miro y me dijo; ¿eres feliz, te sientes a gusto? Yo le dije que si, aunque nunca había estado con mujeres, me estaba dando cuenta que me estaba enamorando de ella, (cogiéndole la mano a Estefanía). Me comento que pronto era el cumpleaños de la abuela y seria el momento de decirlo a todos.  Llego ese día, mi abuela llamo y me pidió que fuera al pueblo el fin de semana, pues quería celebrar su cumpleaños. Yo le pregunte si podía llevar a alguien, ella me dijo que sí. Las dos estábamos nerviosas, pensé en decírselo a mi  madre antes para que me echara una mano, a si lo hice. Estábamos terminando la cena cuando dije; tengo que presentaros a alguien muy querido por mí. Mi abuela contesto ¿a tu novia?,  quedándome  helada, no sé cómo pude contestar que si a la pregunta de la  abuela, Estefanía por debajo de la mesa me cogió una mano, relajándome un poco. Todos nos miraron y mi padre pregunto, ¿desde cuando estáis juntas?, pues temía que hubiera dejado a Juan por  Estefanía. Yo le conteste que no se preocupara, pues la había conocido  1 año después de mi divorcio con Juan. Pues si esa sin, os doy mi bendición, si eres feliz hija, yo también lo soy, seguidamente todos me dieron su apoyo y  un beso en la mejilla. Ya era tarde para volver a Sevilla en coche. Mi madre había preparado dos habitaciones, pero después de decir que éramos pareja nos mando a mi antigua habitación. Esa fue la primera vez que dormimos juntas. Nos duchamos y nos fuimos a dormí, nos abrazamos y con su cabeza en mi hombro nos quedemos dormidas, pues teníamos que madrugar para volver a Sevilla, ya que yo tenía turno de tarde al día siguiente.

Estando ella ya dormida, mi cabeza se puso a pensar  en el día que tenga que tener sexo con ella, eso me daba mucha vergüenza, aparte de que no se si sabría hacerlo, recuerdo que me dije a mi misma, Cati tu tranquila, sobre la marcha, en ese momento mire  a Estefanía su cara de felicidad y la sonrisa que tenia, se veía feliz abrazada a mí, la bese en la frente y me quede dormida.