Tercera Parte
Las seis luminarias emergentes no se encuentran en plenitud. Ya existen, pero saben que su destino es la unión de todas ellas. Buscan en el gabinete de Broj y encuentran el manuscrito. Conocen perfectamente el lenguaje del libro, pero no tienen los conocimientos físicos y técnicos necesarios para diseñar lo que el libro propone.
Se trata de una llave más, pero no una cualquiera, su poder está en unificar todas las llaves del collar en una dimensión particular llena de Vacío. De esta manera ellas también llegarán a ser unidad. Su nombre es "llave maestra" y su número es "cero".
Necesitan a Broj y al equipo de discípulos para que diseñen la llave y lleven sus indicaciones al Maestro Forjador. Así que, ensamblan nuevamente al brujo con las partes que tienen guardadas de su ser y lo envían a trabajar. Un fino hilo de energía invisible conecta a las seis entidades con el brujo. Éste se ha convertido en una prolongación de ellas mismas.
El manuscrito revela las formas de la llave y toda su geometría y propone una aleación basada en el Trodium, metal extraído de un meteorito que poseen los Makerizos. No importa el precio, las luminarias se encargan de pagar generosamente. La impronta que exigen para el metal es "Poder Absoluto".
Cuando el Maestro Forjador se pone a trabajar en el nuevo proyecto, detecta que el Brujo Rojo ya no es el de antes, ahora es peor. Además el metal que ha traído despide una energía intolerante, llena de antipatía, de ira, que impide trabajar. Es como si el metal decidiera como debe transformarse a sí mismo.
El Maestro acude a las regiones intermedias de los Makerizos en busca de Ferrini, su proveedor de metales. Cuando lo encuentra le pregunta por la naturaleza del lingote encargado por el Brujo. El Makerizo le cuenta que ese metal puede dar poder absoluto al que posea el conjunto de llaves fabricadas con los metales encargados anteriormente. Han investigado y saben que existen seis entidades surgidas de las llaves, que esperan la llave "cero", para unificarse y dominar todo lo que conocemos y más allá.
Entonces el Maestro encarga a Ferrini una aleación de los "veinticuatro". Se trata de los metales más comunes en el planeta, pero en proporciones que otorgan al conjunto, una gran capacidad de absorción de elementos psíquicos. La intención del Maestro es dotar al metal de una inmensa empatía, honestidad, solidaridad, tolerancia, paz... y todos los aspectos más positivos de la especie humana.
Ya en la forja, el Maestro y sus aprendices se ponen trabajar en la llave con el metal que ha traído consigo. Uno a uno van recibiendo las indicaciones de un diseño que se compone de 63 partes. Las herramientas cortan, liman, sueldan, unen. Es la llave más laboriosa comparada con las anteriores. El Maestro ensambla la llave uniendo y ajustando perfectamente las piezas y elementos que la forman. Cuando está construida parece que no existe, es liviana, casi una "nada" en la mano. Sin embargo emana sensación de paz, sosiego y ganas de vivir.
El próximo paso del Maestro es destruir el lingote de Trodium. Así que, él personalmente lo arroja en el cañón de lava de la montaña de fuego, donde se consume definitivamente.
La llave "cero" fabricada con los "veinticuatro", es entregada a Broj y éste vuelve a su gabinete y se la entrega a las luminarias. La situación es extraña, ellas unen el collar de las siete llaves con la llave maestra, pero la unión que esperan no ocurre. Sin embargo, la energía se ve suspendida en el espacio formando dos colores en oleadas, una multicolor y la otra transparente como luz plateada.
Broj y las seis luminarias se ven atrapados en una bruma energética, parece una lucha de dos olas envolventes, hasta que finalmente, la ola multicolor engulle a la transparencia plateada y las luminarias comienzan a desintegrarse. Broj se diluye, y la llave maestra genera un vacío en el espacio que se traga el collar, como si lo enviara a un nuevo espacio donde no proyectara las intensas emociones negativas de su impronta.
La llave maestra cae en el centro de la estancia y el silencio se apodera del lugar. Pasarán unos días hasta que el Maestro Forjador acuda al gabinete del Brujo Rojo y descubra la llave y el manuscrito. Toma los objetos y sube nuevamente a la montaña de fuego y arroja el manuscrito. Se queda la llave maestra y la impronta que despide hace que la prosperidad se instale en el lugar.
Fin
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