Carta para mi papá que nunca conocí

Querido papá, en realidad no me interesa saber si fui producto de una calentura o la reconciliación después de haberte pelado con mamá. Tampoco quiero entrar en detalles del daño irreparable que causaste en ella luego de abandonarla. Solamente deseo expresar lo que desde hace tiempo quería sacar.

No sé si estás vivo o no, si tienes otra familia, si estás feliz, triste o angustiado. Y mi intención tampoco es conocerte, de hecho, solo quiero que sepas que no tengo rencor por abandonarme, al contrario, me siento agradecido de no tenerte como un ejemplo a seguir.

Antes de acostarme, no tienes idea cuánto anhelaba un "buenas noches, hijo, te amo". No estuviste para darme un mensaje de aliento o levantarme cuando me caía. Nunca reímos juntos y sabes algo, la mayoría de mis pensamientos los dedicaba a averiguar cómo eras físicamente y por qué no nos querías.

Recuerdo que cuando yo era pequeño, no sabía a quién recurrir cuando necesitaba charlar con alguien sobre temas de hombre, pues nunca estuviste presente. Desarrollé un carácter muy fuerte con las experiencias vividas y los consejos de mi mamá. Aun así, las inseguridades todavía me persiguen y el vacío emocional es imposible de llenar.

Igualmente, a pesar de todos los obstáculos que logré superar, me atrevo a perdonarte y olvidar la lucha diaria que sufrió mi mamá sin tu apoyo. Te deseo lo mejor y que ojalá, ninguna otra mujer caiga en tus garras y termine embarazada de un bebé que termine con un destino desastroso como el mío.