La muchacha no sabía que rumbo seguir. Nadie se detenía a responderle sus dudas. Entonces se le ocurrió una brillante idea.
Fue hasta la punta de la nave y simuló un intento de suicidio.
Pero nadie le prestó atención.
-Stella, ya te he dicho que no te asomes por esa ventana- dijo su hermana Grace que se encontraba apoyada dentro de la nave tratando de dormir.
Pero Stella no le respondió.
aaaah! eso suena horrible- exclamó Javier, el guionista, dirigiendose hacia uno de sus alumnos aspirantes a escritor, que encabezaba la fila de alumnos para presentar su reciente historia- Si sigues así reprobarás ¿entendiste?-
Pero el joven no le respondió. Sólo se escuchaba el rujido del viento, tal vez sería porque alguien había abierto la ventana sin previo aviso.
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