Denunciar relato
En la década de los '70, la opinión pública estaba muy escandalizada por la existencia de un violador en série, caníbal.
Se llamaba Rimaru y quería camareras rúbias, o más bien las odiaba. El modus operandi: esperaba que salga de su turno, ya que las camareras normalmente salen muy tarde (a la noche) y la seguía en los medios de transporte público hasta cerca de su casa. Allá la atrapaba, la violaba, la mataba, y, cómo trofeo, cortaba partes de su cuerpo (sobre todo tetas) y se las comía. Así mutiladas, las abandonaba. Después de haberle condenado (a la muerte), a la autopsia, los médicos observaron una malformación en su cerebro (igual que la de su padre). Hoy en día, su cerebro se conserva en el Instituto de Medicina Legal (Criminalística) de Bucarest y muchas generaciones de universitarios lo habrán estudiado. En la dictadura no se pide permiso a la gente en cuanto a utilizar sus datos. Cúal sería la diferencia entre los experimentos por los humanos de los nazis y los que de una forma u otra se hacen por personas que ni dan su permiso, ni siquiera están enteradas de posibles "cosas diferentes" que podrían llevar. O, de una forma más dura decirlo, matar y utilizar una/s parte/s de su cuerpo (lo que él hacía con sus víctimas). En definitiva nadie es consciente y mucho menos culpable de haber nacido con malformaciones.Comentarios
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