YETI Y EL NIÑO ENFERMO (1-1)
Por Merced 54
Enviado el 12/12/2022, clasificado en Infantiles / Juveniles
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YETI Y EL NIÑO ENFERMO (1-1)
Hace mucho tiempo nació un varón. No conoció familia ninguna, ni padres, ni hermanos. Fue criado por los osos Pardos del Himalaya. Un día, lo encontró una osa, siendo bebe, habiendo perdido su cría decidió criarlo, aunque fuera diferente a ella. Tenía mucho bello en algunas partes de su cuerpo, unos pies grandes, conforme iba creciendo su vocabulario eran sonidos diferentes a todo lo conocido, era muy listo copiaba toda clase de ruidos, sabia imitar todo aquello que cualquier ser vivo del bosque producía. Era diferente a los osos y a los humanos. Conforme crecía le gustaba jugar con la nieve. Cuando no había hielo, corría hasta el pico más alto y le gustaba gritar, le encantaba escuchar el sonido del eco al retumbar de manera persistente. Se perdía por los bosques, para él su familia eran los osos, aunque era desigual a ellos. Un día, siendo un niño, de lejos vio una familia, la mama cuidaba de su hijo ciego. El niño no nació así, si no que nació diabético y a raíz de esta patología se quedo ciego, ya que la diabetes que tenia era hereditaria y la más devastadora que hay, la más fuerte, que te va consumiendo poco a poco. Su padre estaba enseñándole a caminar por la nieve. Le enseñaba a prestar a tención a los ruidos de los bosques. El papa le contaba cuentos de Pie grande, un monstruo de las nieves. Yeti desde lejos los escuchaba todos, sin saber que los cuentos eran sobre él. Una vez por semana, solían ir al bosque, pues es donde el niño, llamado Hugofran aprendía más rápido a caminar, descifrar ruidos y diferenciarlos y incluso llego a aprender que animal se le acercaba en cada momento, si era peligroso, inofensivo o sencillamente estaban en peligro. Hugofran era de la edad de Yeti, nacieron el mismo día, a la misma hora, pero diferentes en todo. Yeti aprendía todo muy rápido, andar, comer, correr, jugar, etc. Hugofran estuvo bastante tiempo en el hospital, salió con dos añitos, aprendiendo todo mas tarde de su edad, aparte como su familia lo protegía tanto, era como más cuidadosos y lo que para un niño de su edad era rapidísimo, para él, el tiempo era el doble.
Hugofran vivía en una casita en un pueblo del Himalaya. Estaba a las afueras del pueblo, más bien entrada en el bosque, pues tenía un poco de asma y su familia decidió que lo mejor era para él, vivir cerca de la naturaleza y respirar aire puro. Conforme iba creciendo, sus padres como que lo dejaban un poco mas libre, tenían mucho terreno alrededor y todo vallado, no tenía nada que pudiera causarle algún daño. De esa manera intentaban que tuviera una vida con la mayor libertad posible, les daba pena que no pudiera su hijo ser como los demás, decidiendo hacer un espacio donde él se encontrara con la mayor libertad posible. Hugofran estaba inquieto, pues en más de una ocasión sintió a un ser vivo cerca del observándolo, los ruidos que emitía eran desconocidos para él, lo curioso y lo que le llamaba la atención era que se sentía tranquilo y seguro, no le fundía ningún miedo. Un día, que sintió su respiración cerca y su olor fuerte decidió acercarse e intentar comunicarse con el desconocido.
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