LUZ, PAZ, AMOR
Cuando te conocí, vi una esperanza, rota al poco tiempo por una enfermedad. El amor que sentía, me acompaño en la partida, mi muerte fue dura. Mi vida, mejor no recordar. Haciendo camino, me iba asomando a tu chispa. Sin darme cuenta, tu alma y la mía se iban entrelazando. Como una encaminada mirando siempre unidas.
Lo que me esperaba, era duro. Mi llegada fue terrible. Mis miedos revoloteando por mis pensamientos. Mi tez quedad, junto con mi rebeldía, te hice daño siguiendo malos consejos. Por fin llego la paz, esa tranquilidad al cabo del tiempo. Tiempo sin medir, segundos sin existir. Años mentirosos, fuera del tiempo de la realidad.
Te observe desde el exilio. La pesadilla de pensar que te había perdido, sin ilusiones de tenerte de vuelta. Sin pensamientos de recuperarte. Viviendo en mundos distintos, separados por una línea fina, a la vez imposible de traspasar. En secreto desde lejos, siendo discreto sentí tu amor. Ese amor que me saco del sitio más profundo donde nadie puede mirar, donde nadie puede entrar sin pasar esa franja de línea, tan fina como la vida misma.
Ahora miro al infinito dando gracias por haberme permitido acercarme a ti. Doy gracias porque mi camino es diferente de cuando cruce. Doy gracias por ser un pensamiento, una gota de vida, un futuro nuevo, una esperanza al mañana.
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