Yo soy un simple asesino a sueldo , si , me encanta matar a gente y mas si por encima gano un beneficio por ello.
Empecé a darme cuenta ya desde muy temprana edad que lo mío era matar, de joven con catorce años buscaba pobres e inocentes animales , como gatos o perros , para darles una paliza de muerte asta destriparlos.
Con diecisiete años , hice mi primer asesinato y por aquel entonces gratis, se trataba del profesor de matemáticas , yo no tenia muy buena relación con el y por lo que me fui enterando poco a poco mientras pasaba el curso es que yo no era el único que no le tenia mucha estima y que nadie echaría de menos al pobre Alfredo.
Así que comencé a vigilarlo en todos los momentos del día , en el instituto como en su tiempo libre con su mujer y sus hijos, intente recordar cada paso monótono para poner en marcha mi ataque.
Y ese día llego, era un viernes después de un examen y tal como yo lo tenia planeado el se quedaría a la tarde a corregirlos en su despacho.
Yo fui a casa a cambiarme de ropa, poner una ropa negra y coger una sudadera con gorro, entonces me dirigí al instituto , entre por la puerta de atrás de emergencia que previamente antes de salir a casa deje un papel para que fuera fácil de abrir desde fuera ya dentro del complejo estudiantil , me fui acercando silenciosamente asta el despacho de Alfredo, asta que estaba enfrente de la puerta, hay aun con mas energía y deseo de verlo muerto saque el cuchillo del pantalón, puse mi mano en el pomo de la puerta y la abrí , y ahí estaba el, sentado, corrigiendo ,seria casualidad divina pero tenia mi examen en la mano con un cero puesto y eso saco ya toda mi furia , me lance sobre el y le di varios cuchillazos en el vientre , cuando estaba tirado en el suelo le di varias patadas en la cabeza asta hacerle sangrar y perder la conciencia, me iba alejando del , cuando estaba de nuevo agarrando ese pomo pero esta vez para salir pensé bueno ahora ya no hay nada mas que perder entonces me di la vuelta , volví a alzar el cuchillo y esta vez le degollé , empezó a sangrar como un cerdo y al ver toda esa sangre la verdad es que esboce una profunda y sonora risotada.
Salí del instituto , fui a casa y por suerte mi madre no estaba, me cambie de ropa la guarde en una bolsa de la basura y la lleve al basurero municipal.
Eran las nueve de la noche , así que tarde o temprano encontrarían el cadáver del profesor Alfredo en el despacho, yo no estaba nada preocupado , lo tenia muy claro, en el instituto no había cámaras , además ,estaba lo suficientemente apartado , para que no fuera cazado por ninguna cámara indiscreta.
Al día siguiente, ya se sabia en todo el barrio y salía en las noticias la muerte del profesor, todo el mundo estaba muy conmocionado y disgustado por el trágico desenlace que finalizo con su vida.
La policía empezó las investigaciones sobre el caso , preguntando a todo el mundo, y lo que nunca pensé que sucedería es que creyesen encontrar al verdadero culpable y no fui yo, por las personas que interrogaron salió su mujer condenada, había hechos como que el tenia pensado cambiar el testamento y a ella le quedaría poco dinero, entonces ella se confeso como culpable, que contratara los servicios de un asesino para acabar con el, lo que Sandra, la mujer del profesor no sabia , era que yo me adelante al asesino contratado y lo matase yo, el asesino ,tenia el dinero y aun encima las manos limpias.
En ese instante me sentí un hombre , y ahí empezaría ser yo, quien se pondría en venta para matar a esas personas que no son deseadas por algún motivo para alguien.
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