Dos cafés
Chocolate y leche
Dos panes
Incompletos
Dos, tres, corazones
Un dedo y su lunar
Tres vidas sentadas en una mesa
Verde por todos lados
“¿Qué se les ofrece?”
Ojos a la puerta, a las ventanas
Las olas se escuchan afuera
Una mano temblorosa, la mía
Dos ojos vistos a través del lente
Esa nariz
Una boquita que se mueve
Risa nerviosa
Plática ¿qué platicamos?
Futuro-presente-pasado
Pasado con nostalgia presente
Y futura melancolía
Afuera, una isla
Verde con muecas
El peculiar meñique
Cabello de plata
Ojos que atraviesan el alma
La mesa de patas disparejas
Un vaivén de utensilios
Llena de alimentos, bebidas, sueños y
Recuerdo
“¿En qué les puedo ayudar?”
Esa voz, como campanas
Palabra tras palabra
Olas de la mar a su espalda
Mi frente
Ojalá pudiera haberme visto
Los ojos llenos de alegría
Las manos hablando a la par que la boca
Encorvado por el tamaño
Alegre entre tanto nervio
Ojalá pudieras haberte visto
Un poquito del pasado no nos hace daño
Sonreíste
Sacaste la lengua
Alzaste tu manita para pedir la cuenta
Estabas tan verde, como el cielo
Como el mar
Como la vida misma
La playa, afuera, con sus corredores
Visitantes, admiradores
Hubiéramos bajado a ella, sentir la arena
Observar juntos esas idas y venidas
El vaivén acuático
No pasó
Como el pasado tampoco pasó
Fue la huida en automóvil
Automático, más fácil
Y esperamos, esperamos
Y nada
El tiempo terminaba
Donde todo se volvería un recuerdo más
Un abrazo, una despedida
Una vez más
Cerca de la ventana
De tu casa
Donde todo se vuelve recuerdo
Y queda la memoria…
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