La tanga de mi amiga, en mi memoria para siempre
Por Mathis
Enviado el 03/02/2023, clasificado en Adultos / eróticos
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Antes que nada, les cuento que la chica involucrada es la misma que en el relato anterior, pero para ponerlos en situación les recuerdo: tengo una amiga de hace muchos años, es de contextura delgada, baja estatura, cara normal y de pechos pequeños. Su culo es interesante, no es muy grande ni perfecto, pero sigue siendo su principal atributo. Yo, como bien amante de las pompas, no desaprovecho ni 1 segundo en mirárselo.
Años atrás he podido fotografiar su culo en bikini durante el verano, hecho por el cual me he masturbado incontable cantidad de veces. Posiblemente esté entre las mujeres con la que más veces he largado semen en mi vida, y quizás, con la que más. Nunca he pretendido ligar con ella ni tener sexo, no sólo sería un rotundo no, sino que tampoco quiero. Me genera más placer el morbo de jalármela con quien es mi mejor amiga. Además, no es una chica de exponer su cuerpo demasiado, ni de estar juntos en piletas o en la playa muy seguido. Por lo cual poder ver esa cola en maya es un placer visual que pocas veces consigo.
Para este verano me propuse, poder conseguir las mejores fotos o videos de su culo, ya que todo el material que tengo hasta ahora es desde un plano lateral y a una distancia prudente. Tuve muchas ideas para poder conseguir esto. Lo más básico sería encontrar el momento justo de espaldas e intentar fotografiar sin que se dé cuenta.
Llegó el verano 2023 y nos hemos vuelto a juntar. Con los calores de esta época lo más común es que las juntadas sean en piletas y ella dio con la iniciativa. Fui a su casa y para sorpresa mía conocí su nuevo conjunto, una tanga muy sexy y digna para su cuerpo. No era la tanga que usó el año pasado (descripto en el relato anterior) que dicho sea de paso era la tanga más fina y hoy que jamás usó en su vida, sin embargo, esta nueva era más que excitante para mi vista. Entramos a la pile y mientras platicamos ella se la pasaba sacando bichos y hojas del agua. Yo, sentado en un borde tranquilamente, pude ver como en más de una ocasión pasó de espaldas a menos de medio metro mío, hecho que me permitió escanear ese culo observando hasta el más pequeño granito y hasta atiné a manosearme unos segundos rápidamente. En ese momento tuve en claro que iba a intentar de fotografiarle el culo como sea. Un rato más tarde fuimos a la cocina a buscar comida y ella fue en tanga. Decidí sacar el celular y preparar mi jugada, sin embargo, se dio vuelta muy rápido y no llegue ni a abrir la cámara. Ya con las manos llenas volvimos al patio y ella se adelantó unos pasos y quedé atrás... sabía que era mi único intento y decidí prender la cámara, aunque era arriesgado. Finalmente se frena para dejar las cosas sobre una silla y sin pensarlo dos veces apunté con la cámara directo a su culo y saqué una foto. Rápidamente guardé el celular y aún con la adrenalina a flor de piel disimulé lo máximo posible charlando de cualquier cosa. En un momento ella se dirige al baño y me quedo sólo en el patio, entonces aprovecho para ver la foto: FUE MARAVILLOSA, una foto nítida, para nada borrosa y muy de cerca. Su culo no podía verse mejor, esa manzanita redonda con la tanga de tiras para terminar en un triángulo más que hot. En mis 6 años viendo su trasero jamás había logrado una foto tan buena... que por cierto, soy tan buen tío que en la foto de mi perfil pueden contemplarlo un poquito.
Mi misión del día había terminado, pero increíblemente la cosa se puso mejor y es por eso que aquí viene el título del relato. Como no es de dejar su casa sola, me dijo que iría a comprar unas cosas para comer y volvería en breves, que cuidara su casa unos 20 minutos aprox. Yo acudí al sí y allí me quedé.. en ese momento me quedaba una cosa por hacer que sin dudas era de lo más pervertido y arriesgado que haría. Me fuí a su habitación y empecé a revisar cajón por cajón. Mi idea era poder encontrar más ropa interior y luego de abrir varios cajones encontré lo que buscada. Allí estaba la tanga que usó en el relato anterior que les conté, la tanga más fina y con la cual dediqué gran cantidad de pajas. Con todos los nervios del mundo la agarre y la puse sobre la cama, decidí bajarme el pantalón y empecé a jalarme el pene, mi mente no paraba de imaginar como de sexy se veía su culo con el triángulo de atrás de su tanga. Sin dudarlo, agarre la tanga y la enrolle sobre mi erecto pene y seguí masturbándome, fui precavido de no mancharla con gotas de semen. A continuación, con lo caliente que estaba me coloqué la tanga en toda la cara y aspiré con todas mis fuerzas, no podía sentirme más excitado.
Afortunadamente, las pocas neuronas cuerdas me dijeron que parara, aunque pensé en masturbarme rápidamente sabía que en cualquier momento podía llegar mi amiga. Entonces consideré que lo más prudente sería tomar mi celular y grabar la tanga, con mi verga parada al lado y rozándola. Finalmente guardé la tanga tratando de dejarla en el mismo lugar de donde la saqué y volví a la cocina. Mi amiga tardó en llegar y por suerte ya me había tranquilizado.
Después de unos minutos más de plática me despedí y regresé a mi casa. Esa noche, con la calentura de la tarde y victorioso del material que conseguí me masturbé con la foto de su culo, varios días seguidos. Sin dudas me puso muchísimo y más con tan buena calidad como la conseguida. De hecho, ya me podrán contar ustedes que les parece.
Sólo pienso en el día que pueda cuidar su casa unas 24 horas, ¡será un maratón de pajas con toda su ropa interior! Y de no ser así, con la refregada que me tiré con su tanga no lo olvido más, sin dudas quedará en mi memoria para siempre.
El 2023 recién arranca, ya obtuve la mejor foto de ella hasta el día de hoy y el año todavía tiene recorrido por delante. No tengo dudas que seguiré intentando más cosas y de hecho, vengo planeando algo que si llegara a darse... temería de morir por una sobredosis de pajas jaja.
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