Tengo ganas de hacer pis

Tengo ganas de hacer pis, pero creo recordar que ya lo hice antes.

Este sayo que llevo me queda demasiado ancho, me resulta antipático y además me pica todo el cuerpo con él.

Esta noche he dormido poco y he soñado que era un ave rapaz, un águila, o un halcón quizás. ¿El halcón es un ave rapaz…? No sé, a lo mejor no, pero creo que sí. Me suena haberlo leído en algún sitio, hace mucho.

Ha sido un sueño terrible; me he sentido angustiado al comerme un indefenso ratoncillo…, a jirones, todavía vivo… ¡Qué pena y qué asco me ha dado…! Tengo miedo de esas pesadillas; no quisiera ser ese ratoncillo, ni tampoco el ave rapaz. Bueno, soy un niño y no puedo evitarlo.

He hablado con Berta. La he visto en mis sueños y me ha dicho que ella también me quiere mucho, que no me olvida. Pero no consigo saber por qué esa señora aparece en mis sueños, ni por qué dice que no me olvida… Yo no la conozco de nada.

Cuando me levante voy a leer un poco mi diario; no es muy extenso porque aún soy muy joven, pero creo que es muy interesante. En él cuento mi vida…, creo. Ahora que lo pienso, en realidad no sé si tengo un diario, pero me gustaría tenerlo.

Mañana tengo que ir al trabajo y decirle a mi jefe que me voy a tomar unas largas vacaciones; he oído decir a los médicos que hay que tomar las cosas con calma, que esto es progresivo, descansar mucho y caminar… La verdad es que no tengo ganas de levantarme para andar. Me ha dado por pensar mucho en el pasado, pero debe ser que mis pocos años no me admiten ver mucho más allá de lo que pasó ayer, cuando me levanté para ir al wáter y hacer ese pis que creo que hice… ¿O fue pum? No sé. Quizás fueron las dos cosas.

Quiero soñar que no estoy…

¡Todo es tan confuso…!

¿Y quién es ese imbécil con cara de bobo que a veces viene a verme, me planta en la calva dos besos y osa llamarme “papá”…?