QUARTERS (Asesino en serie 2-1)

                                                       QUARTERS

                                            ASESINO EN SERIE (1 de 1)

Después de una discusión muy fuerte con su padre, Anaïs decidió abandonar el nido donde nació, donde había estado durante 18 años. Tenía una amiga en Washington, qué conoció un día, a la edad de 12 años en un chart, llegando a hacerse inseparables, aunque vivieran en países diferentes. Su intención era irse un día a Estados Unidos, trabajar, hacer dinero, volver y demostrarle a su padre, que no era una perdedora, que no lo había necesitado para formarse y tener un equilibrio estable en su vida. Había estado estudiando ingles sin descanso durante  tres años. Desde que empezaron los problemas con su progenitor, aunque de pequeña, la lengua inglesa, siempre le había llamado la atención. Aparte siempre había tenido mucha facilidad para los idiomas. Hablaba el idioma como el suyo propio, parecía que siempre había vivido  allí. Un día ya cansada de tantas discusiones, decidió hablar con Casandra, Casi, como Anaïs le llamaba, a su gran y querida amiga.

-Anaïs dijo; Casi, ¿puedo hirme un tiempo a vivir con vosotros, tu padre y hermanos? Estoy cansada de discutir con mi padre, de ver a mi madre llorar y que mi hermana se meta por medio. Te prometo que será hasta que me pueda independizar. He estado trabajado durante un tiempo, cuidando niños y tengo un dinero guardado. No tardaría en poder sobre vivir sola en poco tiempo.

-Casi  le contesto; Anaïs, tenemos un apartamento en unas calles más abajo  de donde vivo, si te vienes, creo que mis padres no lo podrían dejar para que viviéramos independientes de ellos. Yo ya se lo plantee hace unos meses y creo que no habría problema. Solo me pusieron una condición. Mi hermano mayor tendría que vivir con nosotras, pues es detective en el F.B.I. Y así ellos, se sentirían  más tranquilos. Por los documentos no te preocupes, mi hermano te lo arreglara todo si decides venir.

-Anaïs dijo; Casi, dame  dos semanas y  estaré ahí.

Anaïs era de carácter muy fuerte, tenía un gran temperamento. Su madre siempre le decía; como se nota que tienes genes de militares, tú servirías muy bien para mandar, eres muy suspicaz, cabezota, testaruda, con tu mirada te haces respetar, pero tienes una  gran  virtud que juega a tu favor. Sabes conseguir de las personas lo que deseas, aunque a tu padre no lo hayas sabido llevar. Anaïs sabía que su madre tenía razón, pero también era verdad que si había conseguido algo a su corta edad, era por su forma de ser.

Anaïs preparo todo para su viaje, abro primero con su hermana que eran gemelas, con su madre e hermano y por ultimo con su padre. Por primera vez se abrazaron los dos, su padre la beso en la frente, la miro a los ojos y le dijo; te quiero, perdóname por todas las discusiones y no olvides que esta es tu casa hija. Aquí estaremos para lo que nos necesites, aunque conociéndote, sé que no te irás en vano y si regresas, será con un gran pasado en tus espaldas. Anaïs cogió sus pertenencias más preciadas, hizo su maleta y se fue rumbo a un futuro desconocido.