QUARTERS    (Asesino en serie 2- 4)

                                                          QUARTERS

                                            ASESINO EN SERIE (1 de 4)

Al día siguiente, al despertarse todavía le retumbaba en los oídos la frase de la niña diciendo; se lo merecía. Al llegar a las oficinas, fue a hablar con  su jefe, toco a la puerta y le dijo.

-Anaïs dijo; ¡señor! Me gustaría seguir este caso, me llamo mucho la atención de la moneda, como el olor tan peculiar que desprendía su chaqueta.

El director cogió el telf. Y pidió que entrara J.Edgar, al entrar le dijo.

-Director dijo;  J.Edgar,  Anaïs será tu compañera en este caso, ir juntos a todos los lados y enséñala bien, recuerda que este es su primer trabajo como detective.

Al salir J.Edgar le dijo; Castro no me retrases y estate bien atenta a todo. Me estoy preparando para el puesto de Director del departamento, el jefe se jubila. A sin que no me hagas quedar mal. Dicho esto, se fueron juntos a ver al forense por si tenía algo, relacionado con el caso que llevaban.  

A partí de ese momento se hicieron inseparables, siempre iban juntos a todos los lados. Edgar empezó a confiar y cogerle un gran aprecio a Anaïs. La observaba, miraba su comportamiento, veía que tenía algo muy especial, algo que todo detective necesita para ir subiendo en el departamento.  Cuando fueron a hablar con Peter y vio este que iban juntos, le dijo; Hija fíjate bien en todo y aprende de tu compañero, has tenido mucha suerte, tiene un gran historial de casos resueltos y es un gran detective y si tiene suerte, será tu jefe  algún día no muy lejano.  

Estando hablando y preguntando si tenía algo, llaman a Edgar y le comunican que acababa  de aparecer tres personas muertas, en un callejo, sin salida. Cuando aparecieron Edgar y Anaïs en el callejón,  había tres  cadáveres, hombres entre 25 a 30 años aproximadamente. Estaban con los pantalones bajados, sus partes más íntimas estaban amputadas, tenían sus miembros cada individuo en su mano derecha, menos uno que lo tenía en la boca. Anaïs se percato que todos miraban al cielo como si estuvieran pidiendo perdón. Tenían los tres el mismo olor que el encontrado en el parque y los otros dos que sujetaban sus miembros con la mano, tenían la moneda en la boca. Al rato llego Peter, Anaïs le comunico que era raro que el tercero llevara su miembro en la boca y no la moneda, de pronto vio que si la tenia introducida dentro, pero en este caso estaba debajo de su miembro, solo se le percibía un color debajo del miembro diferente. Anaïs se lo dijo a Peter y este la miro y le dijo; que lince, yo no me hubiera percatado si no hubiera separado su miembro de la boca.

Mientras tanto Edgar está revisando el terreno y observo que a unos metros estaba un establecimiento llamado Globo Rojo (era un prostíbulo). Se encontraba bien situado, pues en unos metros había una salida a la  autopista.