Decisión

La decisión tomada era la mejor, pero no se sentía bien, seguramente porque la tomó sin consultar. ¿Fue un error? Al parecer todo estaría bien, había conseguido trabajo. Desaparecerían las afugias de la familia y la zozobra ¿de su pareja? Sería por eso que le aterrorizaba conocer su opinión. En principio abandonar la humillante persecución por un empleo poniendo cara de desdicha era refrescante. “La noticia que todos esperan”, decían sus colegas, ¿y su amante? Suponía que sí, pero no todos esperan lo mismo a pesar de que no lo creía. Sabía que su estabilidad laboral atentaría contra la tranquilidad emocional de su vida en pareja, sus hijas se acomodarían a la nueva vida en otro lugar. Él, era incierto. Desde que se conocieron hubo entendimiento en todo, pero lo que realmente los unía era la vida de rebuscadores itinerantes que aceptaban cualquier trabajo como fuera y donde fuera, sin marchar definitivamente, siempre regresando y aún después de sus hijas cuando ausentarse era difícil, el alma de andariegos los mantuvo juntos. Aunque siempre soñaron con dejarla, ahora que la estabilidad aparecía, con sólo verlo al escuchar su decisión sintió que un impacto incierto hizo crujir su pasión y rompió el amor gitano que los unía.