Un Amor eterno Parte II

Un amor eterno Parte II

En las clases teníamos miedo de vernos y menos comentar lo sucedido, pero no podíamos ignorar que algo había cambiado, así que tome la iniciativa y en un recreo me acerque:

-     Lo mejor es charlarlo.

Bajo la vista avergonzada.

-     Te gusto?

Se sonrojo y asintió.

-     A mi también, fue algo hermoso y una sensación que jamás experimente en mi vida.

-     Pero es algo que no es normal, que dos mujeres se besen. dijo casi susurrando.

-     Lo sabemos solo nosotras y además somos amigas, con lo cual nadie se va a enterar, pero si te parece, seguimos, como hasta ahora y el libro lo devolves a la biblioteca y todo queda en el olvido.

No respondió y seguimos  hablando de nuestros temas cotidianos y como de costumbre fuimos a mi casa, almorzamos, preparamos los deberes  y el libro no lo abrimos, aunque no lo devolvimos. Pasaron un par de días con esta misma rutina, hasta que una tarde y luego que regresé con unas bebidas que había ido a buscar, la vi hojeando el libro.

-     Estaba intrigada de como seguía la historia.

-     Yo también quiero saber cómo termina, lo leemos?

Prácticamente con abalanzamos y continuamos, esta vez no nos sacamos la ropa, pero estábamos pegadas leyendo y no pude evitar acariciarle el pelo, no me rehusó y volví a besarla con pasión, que hermosa sensación!!, esos labios suaves y carnosos me parecieron el néctar que jamás había saboreado y Sofía lejos de separarse me devolvía cada uno de mis besos y entrelazó su lengua con la mía, en un gesto novedoso, fue sentir una electricidad que recorría mi cuerpo y el suyo. Esta vez continuamos sin ningún apuro, el tiempo paso y ya debíamos parar ante el regreso de nuestros padres, nos separamos pero mirándonos intensamente y sin ningún tipo de pudor, sabíamos que habíamos derribado una pared, y ambas disfrutamos esos besos sin ningún tapujo.

Como seguiríamos ahora?, el libro que fue el comienzo de todo, ya no era necesario, pues lo que sentíamos era imparable, en el instituto éramos las compañeras inseparables de costumbre, pero ambas deseábamos las tardes para seguir explorando esas maravillosas cosas que habíamos descubierto. Al llegar y después de almorzar y cumplir con planificado, para estar tranquilas, nos acostamos y suavemente empezamos con nuestros besos, ya no había ningún impedimento y por primera vez quedamos desnudas observando cada pliegue de nuestra piel, de allí en mas todo se hizo simple, las caricias fueron muy intensas y llegamos a nuestros sexos explotando en un mar de placeres inéditos.

De allí en adelante todas las tardes fueron de estudio y placer, ya no podíamos estar la una sin la otra y hacíamos un enorme sacrificio para que nuestras miradas no delaten ese amor que sentíamos. Terminamos nuestras carreras y Sofía tenia familia en el exterior la que poseía un estudio en el cual podíamos desarrollar nuestros conocimientos, así que hablamos con nuestros padres para poder emigrar, cosa que nos autorizaron sin problemas y de esa forma poder continuar sin problemas con este amor sublime que nos consumía.   

Ya pasaron muchos años y nos amamos como el primer día, hemos podido adoptar, gracias a las leyes de este país a una parejita de niños, que son nuestro sol y han cumplimentado todo lo que soñamos y por supuesto en nuestra biblioteca se encuentra el ejemplar que fue el inicio de todo: El Amante de Lady Chatterley.