Relájate, te noto tensa.
Pensar que alguna vez me dijiste que no… Me gustó ese juego. Me gustó perseguirte como a un animal y hacerte mía para siempre.
Hoy solo deseo contemplarte; podría pasar horas frente a ti mientras mis labios, que fantasean con los tuyos, se reflejan en el vidrio de tus ojos.
¿Qué ocurre?, ¿quieres decirme algo? No hace falta, puedo oír tus pensamientos. Me tomó tiempo, pero logré aprender tus horarios y movimientos; hoy te conozco tanto como a mí mismo.
Autor: FEDERICO RIVOLTA
Tranquila, o también me pondré nervioso; y no queremos eso. Me inquieta pensar en la posibilidad de perderte, en no peinar tu cabello, en no volver a vestirte y desvestirte a mi gusto.
No me mires así, ya estás provocando que me den comezones en todo el cuerpo. ¿Recuerdas lo que sucedió el otro día? No quiero volver a romperte los brazos; tienes suerte de que hoy esté calmado.
Pensar que alguna vez me dijiste que no…, pero todo valió la pena, en especial las costosas clases de taxidermia.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales