MIS PRIMERAS LECTURAS, LOS CÓMICS 1

Hace unos cuántos años cuando yo caía enfermo de unas anginas que como es sabido dan mucha fiebre, lo habitual era guardar cama durante una semana hasta que me sintiese más  menos recuperado.

En el entretanto mi cama se llenaba de cómics de todas clases que servían para distraerme durante la convalecencia, puesto que el cómic está considerado el hermano menor del cine, ya que tiene la misma planificación del Séptimo Arte así como la elaboración de los guiones. De manera que hoy en día se hace difícil olvidar a los dibujantes humorísticos de aquel entonces que sin duda marcaron mi infancia. En principio empecé con la revista TBO con su pintoresca y numerosa familia llamada ULISES la cual era un reflejo de muchas familias de clase media de mi país que estaba dibujada con una técnica artística de base realista; es decir que  los personajes eran caricaturas de modelos auténticos que inducían a una moderada sonrisa. Sin embargo mi generación había hecho un drástico cambio por lo que respecta al humor y enseguida todos nos decantamos por unos cómics más directos y disparatados que eran influencia de las películas de dibujos animandos como TOM Y JERRY o de las peliculas de Walt Disney que eran de base geométrica con rectángulos y circunferencias que permite una mayor flexibilidad y dinamismo en la movilidad de los personajes.

Fue la Editorial Bruguera de Barcelona la catedral de los cómics en la que trabajaban a destajo los magníficos dibujantes de las revistas juveniles como EL PULGARCITO Y EL DDT. En ella estaba Francisco Ibáñez, el creador de MORTADELO Y FILEMÓN, quién en su juventud empezó a trabajar de botones en un Banco y precisamente por esto mismo él creó más tarde al personaje EL BOTONES SACARINO, por lo que este hombre en la actualidad no ha cesado de dibujar de un modo compulsivo; pues ya se sabe que el arte sea de dibujo o de escritura es algo que es como una segunda piel del creador de la que no se puede prescindir. Ibáñez era a su vez muy amigo del gran Manuel Vázquez que era un magnífico historietista que también tenía a unos personajes muy singulares. Por ejemplo era el creador de LAS HERMANAS GILDA y otros personajes, que éstas eran dos hermanas, una gordita y la otra delgada, ambas solteronas las cuales siempre trataban de fastidiarse con gran sadismo la una a la otra. El personaje de la hermana delgada era la más lista; en cambio la gordita era la más ingénua. 

Seguramente a muchos les extrañará el adjetivo de que a unas mujeres se las llame "solteronas", porque este tipo de féminas ahora ya no existen. Pero se da el caso que en el cotexto historico-social en el que se movía el dibujante Vázquez esta condición social era frecuente; pues todo artista, filósofo o escritor al igual que cualquier mortal no deja de ser un hijo de su tiempo y refleja siempre lo que hay en su entorno. Sucedía que en una familia podían haber dos hermanas. Una chica se casaba, pero la otra por alguna razón no conseguía tener pareja. Entonces ésta, solía quedarse en casa al cuidado de sus padres; o bien ingresaba en un convento en calidad de monja puesto que ella se sentía llamada por Dios.

Manuel Vázquez lo mismo que Ibáñez era un genio de la historieta. Trabajaba el chiste alargado, con varias viñetas y tenía un notable sentido de las elípsis. Y como se daba el hecho que la Editorial Bruguera explotaba a sus dibujantes, ya que la dirección de quedaba con los derechos de autor de los mismos, mientras que a sus trabajadres les pagaban bastante poco, Vázquez que tenía un temperamento irascible, rebelde y muy anticonvencional tenía grandes altercados con sus superiores. La manera de ser casi bohemia de Manuel Vázquez la había heredado de su padre que era íntimo amigo del escritor humorístico madrileño de los años 40 Enrique Jardiel Poncela quién en un periodo de su vida vivía en la penuria y el actor-escritor Fernando Fernán Gómez le daba cada mes una cantidad de dinero para que éste pudiera subsistir.

Otro gran dibujante y guionista de aquella generación era Peñarroya, que creó el arquetipo del matrimonio que vivía obsesionado por mantener las apariencias; era lo que se llamaba una pareja del "quiero y no puedo". España había sufrido una Guerra Civil y muchas familias se habían quedado sin recursos económicos. Pero ante los demás se tenía que disimular; en consecuencia estos personajes se las ingeniban de la manera más kafkiana para que nadie les notara sus carencias vitales. Como asimismo otro gran personaje de este mismo dibujante fue DOÑA URRACA, que era una especie de bruja que se dedicaba a fastidiar al prójimo, pero que siempre sus maldades le salían mal.

Pero sin ninguna duda un gran maestro del cómic humorístico fue José Escobar. Este, que además de dibujar historietas costumbristas era un buen pintor al óleo y además un dramaturgo, fue el creador del personaje CARPANTA y de los HERMANOS ZIPI Y ZAPE. Carpanta era un vagabundo que siempre tenía hambre, pero cuando estaba a punto de hincar el diente a un pollo, a causa de cualquier contratiempo el manjar siempre volaba por los aires o desaparecía. Carpanta fue todo un símbolo de la sociedad de la postguerra que había pasado mucha hambre.José Segura explicaba que la censura estatal que era absurda y sin ningua imaginación, no permitía que se dijese gráficamente el hambre que había sufrido la población en aquella época, por lo que no se percató del dramático significado del vagabundo. Por lo que se refiere a los HERMANOS ZIPI Y ZAPE, eran dos niños; uno rubio y el otro moreno muy traviesos, que su rígido padre siempre les castigaba encerrándolos en una habitación oscura. Esto se debía a que en un tiempo lejano, en la sociedad predominaba una férrea , ortodoxa y anticuada disciplina paterna, y los hijos de una familia tenían que someterse a la arbitraria voluntad del progenitor. Por esta razón muchos padres para que sus vástagos les respetaran con escasa confianza les exigían que les hablese de "usted".

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