EL ESCRITOR DE CONSUMO 1
Por franciscomiralles
Enviado el 23/03/2023, clasificado en Cuentos
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Hace unos cuántos años que mi amigo Javier Millet había sido un hábil narrador de historias fuesen reales o imaginarias. Ya cuando él era un adolescente en el Instituto en el que estudiaba durante el recreo solía deleitar a sus compañeros con sus cuentos fantásticos sobre el Fart- West a tenor de la influencia que recibía de las múltiples películas de Hollywood que regularmente se proyectaban en los cines de su barrio barcelonés, de las trepidantes aventuras de los superhéroes, de las novelas de Julio Verne y de los truculentos relatos de Edgar Allan Poe.
Claro que cuando se convirtió en una persona adulta se decantó por las novelas de la Serie Negra, las cuales por medio de un desastrado detectivre privado se reflejaba el complejo mundo del hampa que a su vez podía estar vinculado con la corrupción de las altas esferas y que constituía una crítica de la sociedad norteamericana; cuyos autores más emblemáticos eran Raymond Chandler y Dashiell Hammed que se pusieron de moda después de la Segunda Guerra Mundial desplazando así las clásicas novelas de intriga británicas.
Como era de esperar aquellas lecturas llevó a Javier a un rico mundo literario del que se derivarían otras temáticas. Así el joven admiraba también a Fedor Dostoievki con su trasfondo existencialista que se anticipó a las teorías filosóficas de Sartre, al vitalista autor norteamericano Jonh Steinbek, y por supuesto a los españoles de la Generación del 98 con Pío Baroja a la cabeza y a contemporáneos como Camilo José Cela entre otros. Por todo ello Javier llegó a aspirar a escribir una novela tan inspirada como las de sus maestros lierarios.
Pero en aquellos difíciles tiempos su familia padecía serias estrecheces económcas, ya que su padre había sido un republicano y posterioemente había sido encarcelado durante algunos años debido a sus ideas políticas por el régimen franquista. De modo que aquel padre de familia tenía dificultades para encontrar un trabajo bien renumerado. Esto significa que cuando él se presentaba a una una entrevista de alguna empresa tan pronto como ésta conocía sus antecedentes políticos y penales,enseguida se lo quitaba de encima. Pues la doctrina intoerante o permisiva de quien ostenta el Poder siempre se transmite como un virus en el ánimo de la sociedad. En consecuencia, el padre de Javier sólo consiguió un modesto empleo en una fábrica de tejidos ganando un módico sueldo; y el hijo no tuvo más remedio que dejar los estudios y ponerse a trabajar de contable en una empresa de productos lácteos para contribuir a la maltrecha economía familiar.
Mas el soñador Javier seguía albergando en su interior el insistente anhelo de contar historias; de ser un escritor. Por tanto cuando él regresaba a su casa después de una engorrosa jornada laboral, se encerraba en su habitación y con una vieja máquina de escribir elaboró una una novela costumbrista y muy realista inspirada en su familia y sin ninguna concesión.
Cuando al cabo de un año y medio tuvo la obra terminada vino lo más ingrato, que era llevarla a cualquier editorial para que fuera publicada, pero dichos editoriales nunca le hacían el menor caso; ni tan siquiera se la leían; así como tampoco tenía suerte con los Concursos Literarios, ni los agentes estaban dispuestos a representarle. Nadie quería arriesgarse con un escritor primerizo cualquiera. Y si quería publicar su novela tenía que subvencionarla de su propio bolsillo.
- Hay, hijo. En este país escribir es llorar - le había dicho su madre en una ocasión.
- Este chico no es práctico- comentó su padre decepcionado cuando se enteró de la afición de Javier.
Sin embago cuando más desanimado estaba, fue a parar casualmente a una singular editorial a presentar su novela donde le atendió el Jefe de Personal, que se trataba de un sujeto de temperamento nervioso y muy locuaz que le dijo algo que cambió radicalmente su vida.
- Verás chico. Como puedes ver aquí hacemos publicaciones de evasión. Semanarios humorísticos, novelitas de aventuras y románticas - le informó el Jefe de Personal-. Piensa que en este país la gente lee poco. Y además nuestra sociedad que lo ha pasado muy mal en una postguerra tan larga, ahora no quiere calentarse demasiado la cabeza con sesudas historias. Ésta busca fundamentalmente distraerse y olvidarse aunque sea por un momento de sus problemas cotidianos. Sí señor. Hay que darle al público lo que quiere. Si deseas ganarte la vida con nosotros con tu escritura, tendrás que hacer unas novelitas cada semana sean del Oeste, policiacas o de terror. Si te sientes capaz también puedes escribir novelitas de amor; aunque para este género tenemos a verdaderas maestras como la famosa Corin Tellado cuyas obras tienen un acento algo "verde"; es decir que rozan el erotismo. Y María Teresa Sesé que sus novelas tienen un cierto aire de juício crítico - tras una breve pausa en la que el hombre aprovechó para encenderse un cigarrillo éste prosiguio-. Por lo que respecta a los hombres, contamos con autores de la talla de Keit Luger, Silver Kane, que en realidad se llama Francisco Ledesma y Marcial Lafuente Estefania que es hijo de una familia de diplomáticos y tiene mucho éxito. Pero si entras en nómina es conveniente que tengas un seudónimo más comercial. Puedes llamarte Jess Mc Keen. Pues nosotros emulamos a los norteamericanos para este tipo de literaura de consumo. Ahora bien. En esta Casa hay autores que se esconden tras dicho seudónimo porque han tenido graves problemas politicos y hacen lo que pueden para sobrevivir. Así que si tú también tienes algún problema de este tipo aquí encontrarás una libertad de pensamiento total.
- Mi padre sí que ha estado preso por sus ideas republicanas - confesó Javier-. Pero yo todavia no.
CONTINÚA
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