OASIS (Océanos Invisibles 1-2)
OASIS
Océanos Invisibles (1-2)
Se fue directa a su casa, por el camino iba pensando en cómo sería su bebe. Sabía que nacería una niña, pues tenía que llamarla Adara, como prometió a la Reina de los mares. Llego la noche, se ducho, se puso muy bella. Tenía un picardía negro. Era todo de encajes. Busco unas braguitas haciendo juego. Busco una música romántica. Se perfumo, encendió unas velas, apago la luz y espero a su marido, ignorante de todo. Pues le dijo antes de marcharse, que había quedado con sus amigas, unos días para pasar juntas en un hotel.
Cuando el marido llego, no pudo negarse al plan que su esposa había planificado. Encontró toda la escena muy romántica, para él hacia un siglo, que no veía a su esposa de esa manera, a si que no se lo pensó y terminaron teniendo una noche inolvidable, como si hubiera sido la primera vez, ya olvidada. Pasaron 15 días que le dijo Yemaya,( la Diosa). Se fue al ginecólogo y se hizo las pruebas. Al cabo de unas horas, le dieron la noticia; estaba en cinta, se había quedado embarazada. ¡Por fin!, seria madre.
Al llegar a su casa le dio la noticia al marido. Los dos se pusieron muy felices. Empezaron a comprar todo lo que un bebe necesita, pijamas, camisetas, la cuna y la ropa para montarla, toallas, dejando para el final la ropa de vestir, hasta saber el sexo.
Prepararon, la que sería su habitación. La pintaron de azul claro. Dibujaron animales en el frontal de la habitación (peces, en la mitad de la pared, tortugas, caballitos de mar y delfines). En el techo, el fondo blanco y se veían estrellas alrededor de la lámpara. Al encender la luz,(una luz flojita, para que de noche alumbrara sin quitar el sueño) parecía que las estrellas se movían alrededor de la lámpara. Compraron peluches, una maca ( para sentarse con el bebe en brazos), un mueble con cajones, un armario. Lo tenían todo acomodado, ahora tenían que buscar nombres de niños y niñas, hasta que el médico confirmara que era hembra.
La madre que se llamaba Luisa y el padre Juan, decidieron que sus nombres no se los podrían a su hijo/a. Luisa, vio el cielo abierto y la oportunidad de decirle, si es niño se lo pones tu y si es niña se lo pongo yo. De esa manera vio una salida para poder ponerle el nombre que la reina de los mares, le pidió sin que pusiera objeción alguna. Juan acepto, empezando a mirar nombres por internet, por si acaso tenia suerte y encontraba la oportunidad de ponérselo.
Los dos tenían un nombre y lo mantenían en secreto por si al otro no le gustaba. Estando de cuatro meses, Luisa y Juan fueron al ginecólogo y les dieron la noticia de que era una niña. Juan se entristeció, pero al mismo tiempo era feliz de pensar que ya sabía, que era el sexo de su futuro hijo. Le pregunto a Luisa por el nombre y esta le dijo que se llamaría Adara. Juan dio un suspiro, pues pensó que tendría que aguantar esos nombres raros que su mujer tanto buscaba.
Pasaron los meses, llegando el momento del nacimiento. Nació una niña de unos tres kilos. Tenía un pelo moreno, muy poquito, pero rizado. Los ojos eran verdes esmeralda. Luisa cuando miro a su hija y vio sus ojos, enseguida recordó el vestido que llevaba puesto la reina madre cuando la visito en sueños. Era el mismo color, que el de los ojos de su hija que acababa de nacer.
En el mismo momento del nacimiento de Adara, el pueblo tuvo una gran pesca. Todos los barcos que salieron a pescar, volvieron muy satisfechos con la jornada del día. Ese día fue, una gran felicidad, para todos los vecinos, donde jamás lo olvidarían, pues fue una pesca en abundancia, como nunca se había visto en años.
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