EPÍLOGO DE UN ROMANCE

¿Quién seré? …última piel que toca

 por el deseo de pasión contenido,

 con  visión juvenil  de conquistador empedernido,

ante la rosa complaciente! ¡se equivoca!

  Usted… ¿quién será? …abrigo a medias,

 con la amante de rato entretenido,

 contando minutos, segundos, haciéndose el distraído

que como bandido huye en mediodías…

¿En quién me convertiré?  …  seré máscara,

 de sombra sin derechos ni pertenencia,

que muestra sonrisas, pero sin exigencia,

  expectante, secando lágrimas, volteando la cara.

 Seré la solitaria eterna, la clandestina,

sin aniversarios, ni viajes, ni cumpleaños,

que renuncia momentos todos los años,

esperando su presencia, si rompe rutina.

¿En quién se convertirá, Amado mío?

Allá, infiel, por falsa excusa atardecida.

 Aquí, mentiroso, causante de cita suspendida,

por ataduras, armazón que no rompió.

Pero, no soy Tisbe del refugio,

la del hueco de la roca,

que muere de amor y sofoca

 ni usted Píramo, es solo subterfugio.

 No es río ni yo fuente,

 todo acaba, aún lo más puro,

nunca fue corazón de puerto seguro,

¡ ánclese allá ¡   hasta que me arrepiente!!