HISTORIAS REALES EN 2 MINUTOS: JOSEPH MERRICK, EL HOMBRE ELEFANTE

Joseph Carey Merrick nació el 5 de agosto de 1862 en Leicester, Inglaterra. Parecía un niño sano, pero a los 11 años todo su cuerpo cambió; la causa: síndrome de Proteus. Según su propia descripción, de adulto su cabeza media 88 cm de circunferencia y tenía una amplia masa carnosa detrás, su brazo izquierdo era como el de un niño, y el derecho parecía una pata de elefante.
Cuando falleció su madre, el padre se casó con una mujer que lo humillaba por su aspecto. Al crecer no tuvo suerte en sus empleos, a los que debía renunciar por sus dificultades físicas, y llegó incluso a trabajar junto a un director de circo llamado Sam Torr.
La enfermedad que lo afectaba no fue identificada hasta 1979, y varios doctores lo diagnosticaron mal, sin poder ayudarlo mucho. Pero hubo un doctor llamado Frederick Treves que se encargó de él con devoción, y le consiguió la habitación de un hospital como hogar permanente. Allí vivió hasta 1890, cuando falleció debido a una dislocación cervical provocada por el peso de su cráneo. Treves puso en su diario que lo que más le entristecía de Joseph era que sus deformaciones no le permitían sonreír, pero si llorar.
Sus registros de salud han sido estudiados por numerosos especialistas, y aún se conserva su esqueleto. Pero lo más sorprendente de él fue su personalidad. A pesar de su difícil vida, Joseph era religioso, escritor y una gran persona, como muestra este bello fragmento suyo:
“Sé que mi forma es extraña,
pero culparme es culpar a Dios.
Si pudiera hacerme a mí mismo
no fallaría en agradarte”.

Autor: FEDERICO RIVOLTA