CONFLICTOS INTERNOS
(1-4)
Estando un día de tiro en el campo y al regresar a las duchas, se percato de haber visto a alguien conocido. Una cara que pensó, ya la tenía olvidada. Como lo vio de refilón, considero que se había confundido y lo dejo pasar.
A la semana, cuando tenía una salida, vio a Jesús dentro del cuartel. Era el chico, que, estando en el colegio miraba tanto y que un día sus amigos les mando darle una paliza. Intento pasar de largo, pero Jesús, lo llamo y no tuvo más remedio que girarse , para que los demás no se dieran cuenta, que no quería saber nada y empezaran a preguntar, cosa, que deseaba evitar con un gran ímpetu.
Al acercarse, lo primero que le dijo Jesús fue;
--- hijo, ¡qué guapo te has puesto!, no queda nada de aquel chaval delgaducho. Ahora eres todo un hombre donde seguro te miraran, tanto mujeres como hombres.
Jeremías no dejo que siguiera hablando, enseguida que pudo lo corto, dejándolo con la palabra en la boca, y le dijo;
---Solo me he hecho más mayor, ahora soy diferente. Me gustaría Jesús si pudiera ser, que pasaras de mi, como si nunca nos hubiéramos conocido.
Dicho esto, Jeremías se dio media vuelta y se fue. Cada paso que daba, era un suspiro que emitía en voz baja . Cuanto más distancia ponía andando entre él y Jesús, era un gran alivio que sentía dentro de su alma. Cuando vio que ya era una distancia prudente, entro en un edificio busco un baño, entro y suspiro intentando relajarse antes de seguir a su cuarto.
Pasado un tiempo, descubrió que estaba en el cuarto de al lado. Había entrado en el remplazo antes de él. Empezó a notar que cada vez se encontraban más a menudo, que Jesús lo miraba mucho. Que cada vez coincidían más a menudo en el comedor.
Un día al entrar en las duchas, noto que alguien entraba detrás, no dándole importancia, hasta que noto que era Jesús. Se quito el jabón corriendo, se puso la toalla y se vistió sin terminar de secarse.
Jeremías empezó a notar como que Jesús sentía algo por él. No es que no se sintiera alagado, como hombre lo sentía. Aparte Jesús, también se había convertido en un hombre a puesto. Pero Jeremías ya tuvo bastante con lo ocurrido en el colegio que iban los dos, era de Falange, (por aquellos entonces esos colegios eran normales). Ahora había conseguido un equilibrio en su vida y no estaba dispuesto a perderlo por alguien que no lo merecía.
Alguien noto que Jesús estaba mucho por Jeremías, lo pararon y le preguntaron. Jesús viéndose acorralado, contesto que Jeremías le gustaban los hombres y que desde el colegio lo perseguía, teniendo que cambiar de colegio y a encontrarlo aquí, no hacía nada más que seguirlo e ir detrás del. Todos se quedaron sin palabra y empezaron a decir que eso no podían consentirlo.
Mientras tanto Jeremías seguía con su vida y rutina , lo más normal posible y por supuesto, sin mencionar que su padre era el capitán del cuartel y su padrino un militar ya retirado, pero que seguía en constato con los mandos del ejército. Todo lo mantenía en el más riguroso secreto. Cuando en alguna ocasión veía a su padre que era muy pocas veces, lo saludaba, como un soldado mas sin ninguna cercanía ni mas trato entre los dos.
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