El otro día me encontré con un antiguo amigo de la época de la polca, en una reunión de colegas vegetarianos. Se enseñaba como cultivar las verduras, cocinarlas, prepararlas, propiedades, beneficios, etc...
Yo estaba allí porque tenía curiosidad por algunas recetas de arroz. Él estaba dirigiendo el evento. Nos alegramos de vernos y charlamos un rato para ponernos un poco al día. Poco más, el continuó con su trabajo y yo seguí curioseando por el recinto.
"En el pasado se vivía mejor", rezaba un cartel con la ilustración de una granja preciosa, donde se veían animales con pinta de felices, colmenas de abejas, árboles, crisantemos, ciclamenes, campos de amapolas, begoñas, girasoles. No importaba la temporada, todas las flores coincidían al mismo tiempo.
Y de subtítulo:
"¿Vivirías aquí?"
Una hora después empezaba la conferencia que anunciaba el cartel, me quedé para saber de qué iba.
Parece ser que una gran mayoría de los oyentes eran vegetarianos ( a los cuales respeto mucho ), pero estos además, tenían una ideología un poco apocalíptica del presente y del futuro, por eso les gustaría vivir en el pasado, en la granja idílica de vegetales perfectos.
A la entrada nos habían entregado una tarjeta verde y otra roja. En un momento dado nos pidieron que levantaremos la mano con una de las dos tarjetas: verde, para el paraíso de la ilustración y rojo para nuestro tiempo. Ni que decir tiene que ganó la verde por abrumadora mayoría. Yo por si acaso no me atreví a levantar la roja.
Aquí y ahora todo está contaminado, decían, el planeta es un estercolero y nadie le pone freno. El clima se va a la mierda delante de nosotros y aún así, muchos ni se enteran ni quieren enterarse.
Encontré que sus argumentos eran correctos, excepto en lo de vivir en el pasado y ver el futuro con pesimismo. Pienso que no tenían ni puñetera idea de lo que sería vivir en el pasado.
Antes no se vivía mejor porque no hubiese polución ni contaminación; ni los alimentos eran mejores ni más beneficiosos. Las frutas y los vegetales aparte de ser escasos, eran más pequeños, apenas existía la "ingeniería agrícola", que hoy en día se encarga de que haya para todos (con matices geográficos y culturales, claro).
La gente vivía peor, mucho peor; tenían enfermedades que nadie curaba: viruela, dentaduras sin dientes, sífilis. No había seguridad social, ni médicos de familia, ni urgencias. La gente pasaba hambre y su esperanza de vida era la mitad que ahora; la mortalidad infantil, abrumadora.
Hace doscientos años el noventa y seis por ciento de la población española no sabía ni leer ni escribir. No conocían el mundo más allá de su pueblo. Pero algunos piensan que en el pasado se vivía mejor porque los alimentos eran mejores, sin aditivos y cultivados en tierras limpias no contaminadas.
Pongamos el siguiente ejemplo:
"Una persona de 1820, no se sabe cómo, se ve trasladado a nuestro tiempo y se planta en la Rambla. Se cree que está en el país de las maravillas. Ve comida las veinticuatro horas del día a su disposición, hay ropa y zapatos para todos. También hay trabajo, piensa el hombre, pero lo más curioso es que te pagan. Así mismo, lo mejor es el dinero que te dan por ser mayor y sin trabajar. Si estás enfermo, hay médicos que te curan de todo y además te dan medicinas gratis.
Cremas, perfumes, licores; esto es el paraíso. El vino es tan bueno que te transporta directo al cielo.
Luego se entera de que hay derechos, de que ya no te pueden esclavizar ni aporrear porque sí. Hay escuelas para todos los niños y ninguno va desnudo, sucio o malnutrido.
Al final comprende que está en el futuro, aunque le cuesta entender como el ser humano que él conoce ha conseguido este grado de civilización en tan poco tiempo.
Evidentemente no sabe que a finales del siglo XVIII se produciría la revolución industrial que lo cambiaría todo. Empezó poco a poco y ahora cultivamos la civilización del bienestar. Tiene costes, claro, pero analizemos:
Medicina Científica
Educación Global
Derechos Humanos
Tecnología
Ahora vivimos ochenta y cinco años de media, muchos pasan de cien. Todos sabemos leer y escribir, podemos entender fenómenos que a nuestro personaje, el viajero venido del pasado, le parecerían milagros o cosas inexplicables. Y eso que ni tan siquiera vio detenidamente los sistemas de transporte: aviones, trenes, etc... ciencia de vanguardia y conocimientos impensables para su época.
Pues bien, ese "paraíso" que vio nuestro personaje, es para otros un mundo axfisiante, donde se vulneran derechos, donde hay hambre, guerras, asesinatos porque sí, demencias, sociópatas con poderes de estado que llevarían a todos a la extinción. Pero también hay más que nunca ideologías de la "ayuda a otros", las Ong's que proliferan sin cesar. Los voluntarios que aparecen entre la vasta sociedad gris de la indiferencia. Si no, como hemos conseguido todos los avances que nos permiten estar sanos, tener educación, bienestar, etc... Es este pequeño porcentaje de conciencias las que equilibran la sociedad, sin ellos el mundo ni tan siquiera existiría.
No digo que toda la población se beneficie de los avances, pero va en aumento. Hay que estar agradecidos a nuestros antepasados, porque poco a poco nos han ido dejando una sociedad más humanizada.
Hay que tener esperanza en esta sociedad, ya que visto desde una perspectiva amplia e histórica, estamos en el mejor momento de la civilización.
¡En el pasado NO se vivía mejor!
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